MALOS GOBERNANTES
Parece mentira que en pleno siglo XXI, cuando llevamos varios siglos de importantes avances, especialmente en temas de democracia, haya algunos países que sigan cargando a cuestas lastres como el de tener gobernantes que poco o nada les importa el bienestar del pueblo, y por el contrario, lo que hacen es garantizarles pobreza y sufrimiento.
DOS INCONFORMES
Eso de que las tres ramas del poder público, ejecutiva, legislativa y judicial, son autónomas e independientes, no obstante lo cual colaboran armónicamente para la realización de los fines del Estado, sabemos que es pura letra, porque como le he dicho varias veces en este espacio, en un sistema presidencialista como el nuestro, el ejecutivo termina imponiéndose sobre los otros dos poderes, no en vano se ha dicho que la judicial es la rama más seca de las tres que conforman el poder público y en cuanto al legislativo, la repartija a la que históricamente se ha hecho acreedor, solo que ahora la llaman mermelada, sella su pretendida autonomía e independencia y ha hecho que siempre sea obsecuente y subordinado.
DURA REFORMA TRIBUTARIA
“Reforma tributaria: dura, pero necesaria”; “Una reforma impopular pero razonable”; “Bienvenida la reforma”, eran los títulos de editoriales y columnas que se podían leer el domingo pasado en los principales matutinos de Colombia, apoyando casi de manera incondicional la propuesta gubernamental de imponer una mayor carga tributaria a los colombianos al paso que se la alivianan al sector empresarial. Son varias las razones aducidas por los defensores de la reforma: el hueco fiscal de 30 billones de pesos que se dejaron de percibir por los bajos precios del petróleo, y que dejaría muy mal parada a Colombia frente a organismos internacionales como el Banco Mundial.
UN PROCURADOR ARBITRARIO
Estamos en mora que se cree en Colombia un tribunal de aforados, que esté lejos del alcance de los políticos, integrado por los más aptos y competentes, que tenga total independencia, para que le ponga coto a este tipo de desmanes que tanto daño hacen en una democracia. Mal mensaje recibe la sociedad cuando ve que suceden este tipo de cosas y se queden impunes.
GANÓ EL NO
Muchas opiniones se escucharán en los próximos días sobre lo que puede o debe suceder ahora que los colombianos dijeron No al mal llamado acuerdo de paz, si se tiene en cuenta que casi nadie le daba opción al No y menos el gobierno. Era habitual ver y escuchar a sus representantes, empezando por el presidente, manifestando que no contemplaban un plan B.
EL DEPORTISTA DEL AÑO
Luego de la histórica participación de nuestros deportistas en los juegos olímpicos de Río 2016, que tuvieron lugar hace pocas semanas, y de la espectacular victoria de Nairo Quintana en la Vuelta a España, edición 2016, se avecina una elección bastante difícil: la del deportista del año. Los nombres de Mariana Pajón, Catherine Ibargüen, Oscar Figueroa, Yuberjén Martínez, Yuri Alvear, Ingrit Valencia, Carlos Ramírez, Luis Javier Mosquera y por supuesto, el de Nairo Quintana, a los que habría que sumar los de los que participaron en los juegos paraolímpicos de este año son todos merecedores de ganarse el reconocimiento.
LA TUTELA DEL EXMINISTRO DIEGO PALACIO
Todo el mundo sabe del enfrentamiento de quien antecedió al actual presidente con la Corte Suprema de Justicia por asuntos relacionados con las chuzadas, la parapolítica y la cercanía de algunos magistrados de esa corte con personajes de muy dudosa reputación que tenían o habían tenido procesos penales en su contra. De este público enfrentamiento hubo consecuencias nocivas para el país, como por ejemplo, una interinidad en la Fiscalía General de la Nación por espacio de 18 meses; la falta de credibilidad de este organismo judicial, entre otras razones, porque a juicio de algunos, más que en derecho hubo condenas fundamentadas en revanchismo y en resentimientos hacia el presidente de turno, dictadas contra personas cercanas a éste, bien porque fueron funcionarios suyos, ora porque eran sus aliados, como ocurrió con algunos congresistas.
FELICIDAD Y ADVERSIDAD
Que Colombia sea un país con una de las poblaciones más felices del mundo es un superlativo que muchos otros países no pueden ostentar debido a varios factores: guerras, pobreza, analfabetismo, hambrunas, sequías, dictaduras, entre otros, no obstante lo cual un porcentaje importante de la población, por no decir alto, es pesimista y tiene gran proclividad a quejarse: que no tiene plata, que está enferma, que no hay empleo, que hace mucho frío o mucho calor, que tanta corrupción, que mucho taco o trancón, que no hay por dónde andar, etc., y aunque es verdad que todas estas quejas son una realidad, debe haber conciencia de otras cosas, pues ese lado negativo, no es exagerado decirlo, ya hace parte de nuestra idiosincrasia.
LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y NUESTROS DEPORTISTAS
Hace unas semanas me referí a la buena noticia de que se avecinaban varios eventos deportivos como la Copa América, el Tour de Francia y los Juegos Olímpicos de Río 2016 que podrían permitirnos olvidarnos de tanto asunto trillado (proceso de paz, reforma tributaria, etc.) y de tantas cosas y personas indeseables y creo en verdad todos estos importantes eventos deportivos han servido para eso, pero también para hacernos sentir la piel de gallina, taquicardia, susto, emoción y alegría de ver a quienes, como lo he dicho en varias ocasiones, junto con los artistas, son un orgullo nacional, son nuestros mejores embajadores: los deportistas.
LAS “ÍAS”
Cada que se avecina la elección de quien va a estar al frente de lo que algunos llaman las “ías” (Fiscalía, Procuraduría y Contraloría) vienen las cábalas políticas de todo tipo.
Cuando desde hace aproximadamente un año se sabía al menos de dos personas que Santos ternaría para que fuera elegido como fiscal general y que de estos dos se sabía quién sería el elegido, al presidente le dió por inventarse una convocatoria, de la cual surgiría la terna; pura paja, el fiscal estaba cantado hacía mucho rato.