PERIODISMO Y DELINCUENCIA
Según el pasaje bíblico Cristo les dice a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra, y si ustedes se corrompen, ¿cómo evitar que se corrompa el pueblo cristiano?”. Un país como Colombia en el que suceden tantas cosas escabrosas a diario, no extraña que personas inescrupulosas, que las hay en todos los ámbitos, realicen toda clase de desmanes; pero tratándose de otras, precisamente por el oficio que desempeñan, si extraña que se pongan al servicio, o peor todavía, sobrepasen a delincuentes de la peor calaña y escudados en lo que hacen, se pongan a delinquir, y que quede claro que no me estoy refiriendo a ese aspecto de la débil condición humana que nos lleva a cometer errores. No, aquí de lo que se trata es de la meditada decisión de infringir la ley.
CORRUPCIÓN Y MENTIRAS EN EL DEPORTE MUNDIAL
Hace tres décadas en Colombia era normal que los carteles del narcotráfico compraran el campeonato de fútbol colombiano para el club del que eran propietarios por interpuestas personas o para el equipo de sus preferencias, desde dirigentes hasta árbitros se compraban con tal que hicieran campeón a determinado equipo.
EL TRIBUNAL DE AFORADOS
Qué lejos está Colombia de ser una verdadera democracia y de ser un estado de derecho cuando los jerarcas de la justicia, deciden deliberadamente y con todo el cálculo sustraerse al espectro de la Constitución y la ley, esas a las que dicen servir y con base a la cuales toman sus decisiones.
EL CASO INTERBOLSA
Rodrigo Jaramillo, como es de público conocimiento, fue condenado y goza de prisión domiciliaria en su mansión en Medellín, mientras que otros delincuentes, entre ellos su hijo, Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz, están a la espera de que un Juez de Garantías de Bogotá D. C. le imparta legalidad al Principio de Oportunidad que ya el Fiscal General (e) avaló le fuera otorgado a estos dos nefastos personajes por el delito de Captación masiva y habitual de dineros, previsto en el artículo 316 del Código Penal.
FALSOS CIRUJANOS PLÁSTICOS
Es entendible que cualquier ser humano desee estar física y mentalmente mejor, o por los menos, ante sus mismos ojos, verse bien, y también lo es que en ese loable empeño se acuda a distintos tratamientos médicos, deportivos y relacionados con la alimentación, que en ocasiones se vuelven exigentes y rigurosos, pero para alcanzar el fin propuesto, es humanamente comprensible.
ALGUNAS PRECISIONES
Primero: Lo que el gobierno ha acordado con la guerrilla es un armisticio con una serie de gabelas y favores para ésta, la guerrilla deja las armas y de hacerle tanto daño al país y el Estado les ofrece garantías desde todo punto de vista: cero cárcel por sus crímenes, protección a su integridad física, posibilidad de ubicarse donde ella quiera, posibilidades de que sus miembros sean elegidos en cargos de elección popular, entre otras. Gana la sociedad y gana esta última, pero gana más la guerrilla.
POLÍTICA EXTERIOR COLOMBIANA: ACIERTOS Y DESACIERTOS
Es fácil entender que de todas las políticas que debe atender al mismo tiempo un Estado se cometan errores o que no se alcancen a desarrollar todas satisfactoriamente, o también puede suceder que se dediquen muchos esfuerzos en sacar adelante alguna en especial.
GENOCIDIOS, IMPUNIDAD Y FARSA
Varios genocidios ha conocido la humanidad en los últimos ochenta años, tal vez el más conocido y con la mayor cantidad de víctimas fue el que llevó a cabo Hitler en contra de los judíos entre los años 1933 a 1945, con el pretexto de purificar la raza y crear una superior. También han existido otros: el de Camboya, entre 1975 y 1979, en el que se mató en nombre de un absurdo dogma político; en el de Bosnia, la matanza inició después de la fragmentación de una federación multiétnica; el llevado a cabo en contra de los Kurdos, en los tiempos de Sadam Husein, por ser un pueblo que quería independizarse de un dictador; en Sudán se llevó a cabo un exterminio masivo porque inocentes ocupaban un territorio rico en petróleo; y por supuesto, el de Ruanda, ejecutado en contra de los Tutsis por parte de los Hutus, entre el 6 de abril y el 4 de julio de 1994.
OLVIDARNOS UN POCO
En Colombia escuchamos y leemos todos los días noticias como estas: el gobierno colombiano está claudicando ante la guerrilla en las conversaciones que adelantan; no es cierto, los enemigos de la paz exageran y quieren más guerra; la guerrilla del ELN tiene miles de secuestrados, no los libera y por tanto el gobierno no inicia conversaciones con este grupo insurgente; el congreso es un simple notario de todas las propuestas legislativas que hace el gobierno, especialmente en materia de paz, todas las aprueba porque la mermelada de la burocracia y los contratos está a la orden del día.
GARROTE Y ZANAHORIA
No es que quiera ser pesimista, pero la realidad de este país supera las ansias de que las cosas mejoren, que por fin, sino paz, cada vez haya menos grupos alzados en armas que no causen tanto dolor a los colombianos, porque una cosa debe quedar clara: con los acuerdos logrados con las Farc, automáticamente, como nos lo han querido mostrar, no habrá paz en este país, quedan varios grupos delincuenciales en actividad, pero por sobre todo, muchísimas necesidades sociales no resueltas por el Estado, cuya solución básicamente son las que determinan que haya una verdadera paz.