Edwin Franco

Por: Edwin Alejandro Franco Santamaría

En Colombia escuchamos y leemos todos los días noticias como estas:  el gobierno colombiano está claudicando ante la guerrilla en las conversaciones que adelantan; no es cierto, los enemigos de la paz exageran y quieren más guerra; la guerrilla del ELN tiene miles de secuestrados, no los libera y por tanto el gobierno no inicia conversaciones con este grupo insurgente; el congreso es un simple notario de todas las propuestas legislativas que hace el gobierno, especialmente en materia de paz, todas las aprueba porque la mermelada de la burocracia y los contratos está a la orden del día; se hizo en la conocida calle del Bronx en Bogotá D. C. un operativo como pocos en el país, se detuvieron presuntos delincuentes, jefes de bandas, se incautaron grandes cantidades de sustancias alucinógenas, se desmanteló una red de prostitución infantil, se encontraron casas donde secuestraban, torturaban y mataban, se recuperaron más de 130 menores de edad, de muchos de los cuales abusaban los delincuentes en todo sentido; los campesinos del Catatumbo iniciaron un nuevo paro agrario por los incumplimientos del gobierno nacional cuando se levantó el del 2013; determinado grupo delincuencial anuncia y lleva a cabo un paro armado en diferentes zonas del país; en determinado lugar del territorio nacional el papá, el tío o el primo de un menor de edad abusaba sexualmente de este hacía tantos años; los delincuentes de cuello blanco, como Rodrigo Jaramillo, uno de los máximos responsables de haberse concertado para delinquir, de la ilegal captación masiva de dineros y de haber estafado a miles de personas por medio de Interbolsa, seguirá en prisión domiciliaria (mansión domiciliaria le oí decir a algún periodista) y sus socios de la empresa criminal han tenido el más benigno de los tratos por parte de la fiscalía; el ente acusador de Colombia, la Fiscalía General, bajo el mando de Eduardo Montealegre, se politizo y burocratizó, se corrompió, persiguió a algunos opositores del gobierno y trató con guante de seda los áulicos del mismo, dió y regaló contratos a dedo a diestra y siniestra; la justicia en Colombia no sirve y no funciona, que incluso tiene niveles de desaprobación mayores a los del congreso de la república (quién lo creyera), por cuenta de la politización y corrupción de las cortes, especialmente; la Corte Constitucional dejó claro la semana pasada que sus miembros y los de las demás cortes son intocables, como también sus decisiones y que están legislando (apenas caen en la cuenta?), con el prurito de que el congreso no puede suplantar la Constitución dicen lo que les da la gana, que si no piensan sus integrantes que son ellos los que están suplantando al congreso con sus decisiones; la carestía de vida desde que comenzó el año no para; hay carteles de lo que se quiera para encarecer los productos que más consumimos los colombianos; el escándalo de Reficar es el peor en términos de corrupción de que tengamos noticia y por cuenta del cual se perdieron más de 4.000 millones de dólares (aunque lo mejor es decir que se los robaron y los malgastaron los de siempre:   los políticos) y nadie responde; y en fin, sería interminable la lista de las muy malas noticias de lo que ocurre a diario.

Como puede verse la mayoría de las personas que son protagonistas de estos hechos son una franca vergüenza.  Por fortuna, para la inmensa mayoría de los colombianos hay otras personas, que al contrario de las anteriores, son generadoras de buenas noticias casi siempre que hay referencia a ellas y no son otras que los deportistas y los artistas.  De verdad que constituyen un bálsamo colombianos como Gabriel García Márquez, Mario Mendoza, Alvaro Mutis, Fernando Botero, David Manzur, Valeriano Lanchas, Shakira, Juanes, Sofía Vergara, entre muchos otros.  De los deportistas ni hablar, son lo mejor de lo mejor, llevan a donde van en alto el nombre de nuestro país, se destacan por sus capacidades y sin lugar a dudas son los que más orgullo nos dan.  Por estos días y semanas vienen ocurriendo una serie de eventos de carácter deportivo que no solo sirven para que sintamos alegría por sus hazañas, sino para olvidarnos un poco o mucho de los muchos tristes acontecimientos que ocurren y de quienes los generan.  Hace pocos días se llevó a cabo el Giro de Italia, en el que Esteban Chaves ocupó el segundo lugar; se avecina el Tour de Francia y esperamos que en esta ocasión Nairo Quintana termine con la camiseta amarilla; en dos meses comienzan los juegos olímpicos de Río 2016, en los que muchos compatriotas ganarán medallas y actualmente se lleva a cabo la Copa América Centenario 2016, que se disputa en los estados Unidos.  Lo curioso y lo irónico es que los corruptos, los malos, los que tienen muchas cosas patas arriba en este país también se benefician de estos espectáculos deportivos, ya que nos olvidamos de ellos por unos cuantos días y semanas, para ellos lo mejor, que los titulares de las noticias se ocupen de otras cosas y la población también, ojalá esta especie de letargo de estos días nos les haga coger fuerzas.