2 DE ABRIL, A LA CALLE
La del próximo sábado 2 de abril, no será una marcha más de las tantas que se han hecho en el país. Ese día, muchos colombianos, miles, decenas de miles o centenas de miles, saldremos a las calles a decirle no más al desgobierno, a las improvisaciones, a la falta de claridad y eficacia de Santos.
CONVERSANDO CON LA MAFIA
La Guerra Fría tenía dos capítulos pendientes. El primero de ellos, Corea del Norte y el segundo: Cuba. Parece entonces, que, luego de la visita de Barack Obama a La Habana, el asunto cubano entra en la lista de los asuntos finiquitados en la confrontación ideológica que trazó los derroteros de la política mundial de los últimos 70 años.
EL SAQUEO DE SALUCOOP
Me disponía a escribir esta columna sobre el desgreño con el que fue administrada la desaparecida Saludcoop, cuando los medios de comunicación reportaron la muerte del revisor fiscal de esa entidad, Luis Alfredo Caicedo, crimen que debe ser investigado de manera oportuna, pues a más de una persona le interesaba que los resultados del trabajo de Caicedo no se conocieran.
ENTEREZA, PRESIDENTE SANTOS
Creímos que nada superaría al espectáculo macabro que registramos el fin de semana pasado, cuando un grupo de congresistas de la izquierda se desplazaron al Carmen de Chucurí a rendirle tributo al denominado cura Camilo con ocasión de los 50 años de su muerte en combate con nuestro Ejército.
NO MÁS BURLAS DE LAS FARC
Los procesos de paz son estructuras que bien pueden compararse a la edificación de un inmueble. Para que la obra no colapse, se requiere que el armazón sea lo suficientemente firme para que soporte el peso. Igualmente, antes de empezar la obra, los constructores deben realizar un estudio de suelos para determinar que éstos cumplan los requerimientos. Un ingeniero se abstendría de darle vía libre al levantamiento de un rascacielos sobre un terreno fangoso, sin hacer previamente las fundaciones necesarias.
LA POLITIZACIÓN DEL «HAY FESTIVAL»
No estoy de acuerdo con que un evento que para muchos ciudadanos es un solaz de tranquilidad y una oportunidad para escuchar exposiciones sobre las diferentes áreas del universo cultural, se haya convertido en un escenario de proselitismo por la paz a favor del Gobierno. Y más lamentable aún que no se les haya mostrado a los participantes los puntos de vista de aquellos que tienen una impresión que disiente de la del Gobierno.
MIL DÍAS BURLÁNDOSE DEL MUNDO
Juan Manuel Santos nos ha dicho en todos los tonos que el mundo entero respalda su proceso de paz. Para justificar sus palabras ha emprendido sendas giras por diferentes países para promocionar ante mandatarios extranjeros los avances de la negociación y, de paso, para tomarse las fotos de rigor. Pero, ¿está el mundo entero caminando por el mismo sendero de Juan Manuel Santos? Veámoslo a la luz de la realidad global, cada vez más consciente del peligro que encarnan las organizaciones terroristas.
CONDECORACIÓN INMERECIDA
Enrique Low Murtra es uno de los próceres de la nación. Víctima de la violencia narcoterrorista, marcó nuestra historia jurídica con letras diamantinas. Repetía constantemente que “puede que mi voz tiemble, pero nunca verán temblar mi moral”. Hombre culto, estudioso del derecho, ciudadano ejemplar, envidiablemente sencillo, fue acribillado cuando terminaba de dictar clases –su pasión- y se disponía a abordar un taxi que lo condujera a su casa.
LA EXTRADICIÓN DE LAS AUC
En días pasados la revista británica The Economist publicó una nota en la que se afirmó de manera ligera que el gobierno del presidente Uribe procedió a conceder las extradiciones de 14 jefes desmovilizados de las extintas AUC a los Estados Unidos con el fin de callar sus voces e impedir que ellos comparecieran ante los tribunales colombianos con el fin de que confesaran sus crímenes y delataran a sus cómplices.
TERRORISMO VS. DELITO POLÍTICO
El debate entorno al terrorismo no es nuevo. En Colombia, durante años tuvo mucha fuerza la tesis que defendía el ex magistrado Carlos Gaviria que sostenía, palabras más palabras menos, que aquellos que empuñaran un arma para buscar una mejor vida de sus connaturales, debía ser considerado como un delincuente político, mientras que aquel que lo hiciera para enriquecerse, merecía el tratamiento de delincuente común.