Niños en Modo Apagado, el Costo de la Conexión Digital
Estimados padres y cuidadores, en mi columna de hoy quiero invitarlos a una reflexión profunda sobre un tema que, en mi trayectoria de décadas acompañando familias y observando la salud y el desarrollo de niños y jóvenes, se ha convertido en una preocupación central: el uso, o a menudo el abuso, de las pantallas tecnológicas ( Tabletas, televisores, videojuegos, celulares). Hablo desde la convicción que solo da la experiencia directa, esa que se forja no sólo en el estudio, sino en el contacto diario con las realidades de nuestros hogares
La Infancia Robada
Les hablo no desde la fría teoría del derecho o la sociología, sino desde la herida abierta de la experiencia. Les hablo desde el recuerdo de una sala de hospitalización donde un día conocí a un niño de apenas 12 años, apodado con una crueldad que define nuestra época, "Chucky". Su pequeño cuerpo yacía en la cama 13B del servicio de cirugía infantil, recuperándose de dos heridas de arma de fuego. Aparentaba menos edad de la que tenía, pero su historial, relatado con pasmosa frialdad por quienes lo conocían, era el de un delincuente experimentado: dos asesinatos confirmados, varios intentos de homicidio y una estela de atracos a mano armada. Al mirarlo, no veía a un monstruo, veía la inocencia, pero también veía el abismo de una infancia aniquilada, un alma moldeada por adultos para causar daño, matar y, posiblemente, morir siendo aún un niño.