Por: Luis Fernando Ortiz Sánchez

Históricamente, las mujeres han sido objeto de discriminación en todo tipo de actividades sociales. Para nadie es un secreto que aún hoy hay quienes quisieran mantenerlas proscritas a las cocinas de sus casas y al cuidado de los niños, y hay quienes creen que su trabajo remunerado debe parecerse al que supuestamente deben realizar en sus casas. Menos mal, el grueso de nuestra sociedad ha venido tomando conciencia sobre la equidad de género y sobre la necesidad de que nuestras instituciones estén organizadas con fundamento en la igualdad de derechos civiles y políticos para las mujeres.

En Girardota hemos asumido el compromiso de afianzar los derechos constitucionales y legales de las mujeres, y hemos entendido que su participación en la vida pública del Municipio es fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo humano y social de todos sus habitantes.

Actualmente, en la Administración pública de nuestro Municipio contamos con la participación de siete mujeres en el gabinete y, por supuesto, cumplimos la Ley de Cuotas.

Su desempeño al frente de estas secretarías, gerencias, direcciones, dependencias, proyectos y programas, nos permiten asegurar el éxito integral de nuestra Administración. Nuestro Plan de Desarrollo “Gestión y Progreso para Volver a Creer” estará cumplido en más del 100 por ciento antes de que culmine este segundo período al frente de la Alcaldía de Girardota, y son estas mujeres quienes han puesto más de un grano de arena en la construcción de este propósito que terminará llevándoles mucho bienestar y progreso a los más de 53 mil habitantes y, en consecuencia, la convicción de volver a creer en la política y en la administración pública.

Desde esta columna y en conmemoración del Día Internacional de la Mujer -fechado con el 8 de marzo pero celebrado durante todo el mes, y tenido presente permanentemente durante todo el año-, agradezco a todas las mujeres del Municipio su empeño, su compromiso, su responsabilidad, su disciplina, su pasión y, entre muchos otros valores que las caracterizan, su respeto por lo público y por el servicio.

Sin temor a equivocarme y a recibir críticas por este comentario, digo que es su condición de mujer la que las hace especiales y portadoras de gran cantidad de valores, al servicio de la administración de lo público. A algunos les puede sonar discriminatorio, paradójicamente, en una columna que pretende desestimar la discriminación de género. Pero es innegable, como lo han hecho manifiesto diferentes estudios, que sus condiciones sicológicas, sociológicas y biológicas, les han dado a las mujeres unas cualidades que deben ser de gran valor en sus actuaciones. Dicen que la maternidad y la capacidad para crear vida, influye especialmente en su comportamiento, actitudes y aptitudes.

Sin embargo, mi intención no es saltar de un extremo al otro en las discusiones que aún persisten frente al tema de la equidad de género. Debo afirmar que es la labor integral de nuestros hombres y nuestras mujeres la que nos permitió ocupar el octavo lugar entre los mejores alcaldes de Colombia en 2014, el reconocimiento como “el Alcalde más Pilo del País”, el segundo puesto como la Entidad Territorial antioqueña con menor riesgo de corrupción, el importante indicador de Desempeño Integral de Girardota en 2013 (81,3) y, entre otros logros conjuntos, el Premio “Medalla Arena” por el apoyo a la labor, esfuerzo y dedicación con el que las personas en condición de discapacidad trabajan en procesos de rehabilitación.

Nuestro compromiso es construir el progreso de Girardota sobre los cimientos de la igualdad, en un nuevo escenario de relaciones de poder entre hombres y mujeres. Nuestro objetivo es exaltar la lucha de la mujer por su participación en todas las esferas sociales, académicas, laborales, políticas y económicas, en igualdad de condiciones con el hombre, pero sin llevar esa participación a la pugna sobre qué género hace más y lo hace mejor.

Tampoco se trata de privilegiar a la mujer en la inversión que hace el Municipio y, en general, en la ejecución de nuestro Plan de Desarrollo. El bienestar social, las mejores condiciones de vida y la dignidad, son para todos los girardotanos: hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, miembros de la tercera edad, discapacitados, comunidad LGBTi… En fin: en nuestros actos administrativos queremos materializar los fines y propósitos de nuestro Estado Social de Derecho garantizando que todos tendrán oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo.

Pero, en todo caso, las mujeres tienen en Girardota gran reconocimiento, especialmente a través de los programas del Comité de Gestión Social que lidera la primera Dama, Berenice Alzate.

La Primera Dama es una convencida de la importante labor que ejerce una madre en la consolidación de la familia y de la sociedad. En mayo su Comité les reconoce a más de dos mil mujeres, madres y consejeras de Girardota, su labor.

En el Día de la Mujer, son más de 300 mujeres que laboran en la Administración Municipal las homenajeadas, a las mismas que se les resalta la belleza, delicadeza y fortaleza, pero al mismo tiempo se les estimula a no desfallecer en la lucha por alcanzar la equidad y el reconocimiento.

A las secretarias se les reconoce como el alma de las organizaciones. A las cerca de 60 mujeres que trabajan como auxiliares administrativas en la Alcaldía, colegios públicos, ESE Hospital San Rafael y demás entidades públicas descentralizadas, se les reconoce el importante papel que desempeñan.

El Comité de la Primera Dama está comprometida con la Feria Empresarial Mujer Antioqueña para impulsar el emprendimiento local a través de procesos de formación para el fortalecimiento de pequeñas empresas lideradas por mujeres, mediante convenios con entidades financieras y educativas.

A través de la Subsecretaría de Protección Social se desarrolla el programa de Equidad de Género, Mujer y Familia que ofrece asesoría psicológica y orientación en convivencia ciudadana a 426 personas. Se realiza acompañamiento, asesoría y asistencia técnica a las madres comunitarias. Estas mujeres tienen mucho qué enseñarnos. Con su amor infinito y generosidad, desempeñan no sólo el rol de madres sino de sicólogas, médicas, abogadas y hasta jueces de familia y conciliadoras, pues ellas muchas veces resuelven conflictos familiares. Ellas entregan todo para que los niños crezcan con amor, tengan un desarrollo sano y  una vida futura productiva. Es invaluable la labor de las madres comunitarias, a quienes respetamos, admiramos y agradecemos eternamente. Igualmente resaltamos la importante labor de las Madres Sustitutas y Madres Fami.

En el Centro de Empleo se priorizan las hojas de vida de  las madres cabeza de hogar. A la empresa privada que requiere el perfil de estas mujeres, le hacemos llegar oportunamente sus datos.

Apoyamos a nuestras mujeres para que nos representen en certámenes como el de la Secretaría de Equidad de Género para las Mujeres de Antioquia, me refiero a al Concurso “Mujeres Jóvenes Talento” en el que convergen los talentos y las capacidades, pero también las oportunidades y el desarrollo, porque a través de programas como éste se contribuye a superar las brechas de desigualdad e inequidad para las mujeres, para que sean protagonistas de sus vidas, territorios y del desarrollo del Municipio y del Departamento.

Por supuesto nos halaga que la Gestora Social de Girardota, la primera Dama Berenice Alzate, sea integrante de la Mesa Directiva de ASODAMAS Colombia, organización conformada por primeras damas, gestoras sociales y asociaciones de mujeres de base del País. Su trabajo voluntario, solidario y responsable con la población más vulnerable, nos ayuda a cumplir nuestro trabajo de inversión social.

Muestra de ello es la entrega de dos casas prefabricadas a familias lideradas por mujeres cabeza de hogar, en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad. Próximamente haremos la entrega de estas viviendas, gracias a la labor de nuestra Gestora Social.

También reconocemos el trabajo de los hombres y las mujeres que trabajan el campo porque ellos labran la tierra para mantener nuestras mesas servidas con los productos de su esfuerzo, compromiso, mística y amor por la tierra. Por eso es que con tanto gusto y gestión intentamos retribuirles esa labor que desempeñan de sol a sol, con la humildad de quien sabe hacer muy bien su trabajo, sin esperar más a cambio que el pago justo por su trabajo. Sin embargo, nosotros queremos que tengan más, que hagan parte del progreso del Municipio con calidad de vida y dignidad. Son muchas las mujeres campesinas que habitan las 30 veredas de Girardota.

Indudablemente la lucha por lograr la igualdad real y permanente seguirá haciendo parte de nuestra historia. Pero estamos seguros de que Girardota pasará a la historia como uno de los municipios que más ha hecho por dignificar la vida de la mujer, tanto beneficiaria de servicios como miembro de la administración pública que conforma nuestro equipo de Gobierno.