Por: Ramón Elejalde Arbeláez

La consulta del partido Conservador, realizada el pasado domingo, y las definiciones en los demás partidos políticos sobre candidaturas a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín, van clarificando el panorama electoral en esta sección del País y por consiguiente van perfilando las parejas de candidatos.
La escogencia de Álvaro Vásquez, que hasta hace apenas un mes figuraba en su perfil de Facebook como muy liberal (very liberal), como candidato conservador es, en mi opinión, una mala jugada de la colectividad azul. Vásquez Osorio siempre ha sido un personaje muy cuestionado, no tienen voto de opinión y seguramente dividirá a este partido y sólo va a contar con la maquinaria que le aporte el gobernador Ramos Botero. Bajo estas condiciones los azules no conservarán la gobernación. Por las fotos que vimos en las redes sociales de la celebración del triunfo de Álvaro Vásquez, suponemos que su fórmula a la Alcaldía de Medellín será el exalcalde Luís Pérez.

 

Por su parte, Carlos Mario Estrada, candidato del partido de la U, es un hombre joven, preparado, sin tacha alguna, pero su partido vino tarde a ocuparse del tema y no parece cuajar ante la opinión pública. Inexplicable que algunos militantes y jefes parroquiales de la U se entrometieran el domingo pasado en la consulta conservadora, con lo que seguramente no le permitirán pelechar. Estrada puede ser una opción para Ramos Botero, si su candidato no pega, como parece, o se estrella, si es que en este departamento algo pasa. Su fórmula obvia como candidato a la Alcaldía de Medellín será Federico Gutiérrez, otro promisorio joven.
Sergio Fajardo es un candidato ya probado en la administración pública. Su manejo pulcro de la contratación estatal, su respeto por los dineros oficiales, el discurso moral que maneja y la seriedad y entrega con las cuales suele emprender sus empresas políticas, son prenda de garantía para hacerse a la gobernación en octubre. Su compañero como candidato a la Alcaldía de Medellín es, seguramente, Aníbal Gaviria, otro joven emprendedor, respetuoso de lo público, que demostró en la Gobernación de Antioquia ser un excelente administrador. Representan ambos una forma distinta de hacer política y de administrar la cosa pública, especialmente de cuidar los dineros de todos los ciudadanos.
Nunca antes los antioqueños y los medellinenses habían tenido la oportunidad de escoger entre verdaderas opciones diferentes: de un lado Álvaro Vásquez y Luís Pérez y de la otra dos buenas parejas: Carlos Mario Estrada y Federico Gutiérrez, de una parte, y Sergio Fajardo y Aníbal Gaviria, de la otra. La primera dupla representa la vieja política y todo lo que ello entraña, y las otras dos parejas representan un nuevo estilo, una nueva concepción del servicio público. Indudablemente que la mejor opción, la más calificada, la de mayor experiencia, la más conocida, la que puntea en todas las encuestas, es la de Sergio Fajardo a la Gobernación y la de Aníbal Gaviria a la Alcaldía, la que denominaría la pareja ideal, con lo cual se haría moñona para bien de Medellín y de Antioquia.