Margarita María Restrepo

La representante a la Cámara, Margarita María Restrepo, dice que es evidente la sevicia del presidente Juan Manuel Santos contra Antioquia. Afirma que la más reciente muestra de ello fue despojar a Antioquia de los corregimientos Belén de Bajirá, Macondo, Blanquiceth y Nuevo Oriente.

“Lo viene castigando desde el día que se posesionó”, asegura en Sinergia Informativa.

La Congresista por el Partido Centro Democrático agrega que el presidente Santos le ha disminuido los recursos de salud al Departamento y no le ha importado salvar sus clínicas y sus hospitales. Se refiere en especial a la EPS Savia Salud, con 1,7 millones de afiliados, la cual ha decidido liquidar.

“Hace unos días, los directivos de Savia Salud fueron notificados por parte del Ministerio de Salud que el cronograma establecido para la recuperación de la Entidad debía ser suspendido. ¿La razón? Un argumento enrevesado, en relación con la suscripción de unos contratos. Cuando no hay voluntad política, cualquier motivo es suficiente para impedir la salvación de una entidad”, explica.

Margarita Restrepo asegura que el Gobierno Nacional también se robó a Isagen para venderla. Por la negociación Antioquia sólo recibirá el 10% del dinero de la transacción, cuando el principal centro de actividades de esa compañía está en este departamento.

“Ha pasado cerca de un año de esa venta y los antioqueños no hemos visto un centavo de los 650 mil millones de pesos que nos corresponden”, precisa.

Plantea que, además, acaban de sacar un anuncio de la DIAN diciendo que por las viviendas VIS cada apartamento debe contar con un parqueadero sin tener en cuenta los POT regionales. Así van a hacer que las viviendas VIS desparezcan para despojar a los antioqueños de la posibilidad de acceder a una vivienda digna.

“Aquí no hay casualidades: está obsesionado con Antioquia y lo está castigando”, insiste.

La Representante antioqueña explica que la sevicia del Presidente de la República  se debe a que Antioquia es un departamento que no lo ha apoyado y no se ha dejado comprar. El elector antioqueño es un ciudadano culto políticamente y es consciente de no vender su voto.

Recuerda que en el Plebiscito por la Paz, de los 125 municipios sólo en 29 ganó el “Sí”.

“Antioquia es uribista. Los antioqueños no somos bobos y tenemos dignidad. Somos una raza con el carácter forjado”, afirma.

Margarita María Restrepo plantea que los antioqueños tienen que pronunciarse “porque no nos pueden seguir castigando por ejercer nuestros Derechos”.

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