La caótica situación que vienen sufriendo las familias colombianas que han tenido que reducir la cantidad y calidad de productos de su canasta familiar, debido a que los precios de los productos agropecuarios están por las nubes como consecuencia de lo costosos que están los insumos agropecuarios, fue analizada este martes, 5 de abril de 2022, en sesión de la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes.

El presidente de esta Comisión, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, reconoció lo crítico de la situación y, por supuesto, manifestó la empatía con la extrañeza, el malestar y el estrés que el absurdo encarecimiento de los alimentos produce en los colombianos, a quienes estos altos precios tiene afectados en su economía doméstica. De hecho, asisten a uno de los momentos con mayor inflación en el País: según el DANE, esta se subió al 8.53% en el mes de marzo.

El ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, fue invitado a esta sesión para que escuchara la problemática, los efectos económicos y sociales y las propuestas respecto de cómo enfrentar el alto costo de los insumos agropecuarios. Sin embargo, los congresistas de la Comisión Quinta de la Cámara plantearon que no se puede evaluar el tema sólo desde el punto de vista del costo de los insumos importados.

Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, presidente de la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes.

Es urgente entender la problemática en un contexto más amplio y buscar una solución en relación con la cadena de sobrecostos logísticos: insumos, transporte, peajes, fletes, impuestos y combustible, entre otros. La reducción del precio final de los alimentos depende de la disminución de los precios de todos los elementos de la cadena logística”, manifiesta Echeverry Alvarán.

Un ejemplo de esta afirmación del Presidente de la Comisión Quinta es que el transporte de una tonelada de insumos de Rusia a Barranquilla vale 45 dólares, pero mover esa misma tonelada de Barranquilla a Medellín, vale 70 dólares.

Otra conclusión que debe ser analizada se relaciona con el compromiso que el País debe asumir en la producción de los insumos agropecuarios necesarios.

No puede ser que actualmente Colombia importe el 100% de los mismos. Por eso no debemos extrañarnos con el impacto que en la tarifa de los alimentos tiene esa incapacidad productora. La úrea, por ejemplo, el principal fertilizante usado en el País, ha aumentado su precio en un 219% en los últimos dos años. Una barbaridad por donde quiera que se le mire.”, explica Nicolás Albeiro Echeverry.

En ese mismo sentido, afirma que es el momento para que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación incursione en el desarrollo de programas que permitan la producción de insumos y bioinsumos agropecuarios propios.

Por último, debemos buscar la forma de eximir de impuestos a toda la cadena de producción agrícola y lograr que el Ministerio de Comercio ponga en marcha el decreto que mantiene el control para los aranceles”, agrega el Presidente de la Comisión Quinta de la Cámara.

La gran conclusión es que, definitivamente, Colombia no puede seguir dependiendo de otras naciones para la obtención de los insumos agropecuarios. La guerra entre Rusia y Ucrania, dos grandes países productores de insumos agrícolas, fue el detonante que lo ha demostrado.

Es hora de hacer el trabajo por cuenta propia, buscando evitar que los platos rotos los paguen quienes menos deben pagarlos: las familias colombianas que están viendo sus mesas con menos cantidad y menos calidad de alimentos”, concluye Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán.