Andrés Guerra Hoyos quiere ser Gobernador de Antioquia ahora, a los 42 años, como lo fue su mentor Álvaro Uribe Vélez hace 20. Por eso no acepta que insistan en que aún está muy joven, como hace siete cuando le dijeron que no debía aspirar al Senado de la República y sacó 40 mil votos, y fue senador por una noche, antes que “una mano negra” se metiera. Fue también diputado joven hace cuatro años, y sabe que lo hizo bien. Y aún era más joven 14 años atrás, cuando recorrió durante siete años la Colombia rural con el programa “Colombia Profunda” del Ministerio de Transporte que lideraba Andrés Uriel Gallego.
Andrés Guerra Hoyos siente que ya es la hora de ser Gobernador. Por eso seguirá adelante con su relato basado en el amor inmenso por el mundo rural, por lo que quiere establecer un puente con los proyectos viables que le permitan recuperar la Clase Media Rural Productiva.
Como Candidato a la Gobernación de Antioquia por Centro Democrático desde que se presentó la coyuntura de Liliana Rendón -abandonada ésta por su Partido en su aspiración a la Gobernación-, está convencido de la necesidad de llegar hasta el 25 de octubre, convirtiendo la crisis en oportunidad, manejándola con inteligencia emocional, aprovechando el apoyo del expresidente Uribe y manteniendo la coherencia de su relato de sembrador sin hablar mal de los demás candidatos. En esto último, él, su equipo y sus seguidores han sido prudentes y decentes al “no hablar mal de la panela del vecino para vender mejor la propia”, como lo ha expresado el mismo Álvaro Uribe.
Dice que aunque las encuestas lo muestren con mayores posibilidades que Federico Restrepo, en franco ascenso, no escucha encuestas para no permitir que el rumor desestabilice a su equipo de trabajo.
El Programa de Gobierno de Andrés Guerra parte del capital humano, y gira alrededor de la seguridad, la austeridad, la educación y las oportunidades a través de la salud, el deporte y la cultura. Ésta es la línea fuerte del relato de Andrés Guerra, quien no declinará en su propósito de llegar ahora, no después como muchos esperan, a la primera dignidad pública de Antioquia.