Luz Helena Suárez consultó en su EPS hace siete años porque tenía mareos, dolor de cabeza, dolor en un oído y zumbido en los oidos. Le diagnosticaron Síndrome Vertiginoso de Menier. Con este diagnóstico fue tratada durante dos años.

Después de no tener mejoría alguna, le ordenaron una resonancia que mostró que tenía un Tumor Schuannoma Vesticular benigno que le estaba comprometiendo el tallo cerebral debido al crecimiento. Luego de este diagnóstico, su EPS tardó dos años para autorizar la cirugía, no obstante ser conscientes de las consecuencias que traería el tumor.

Cuatro años después de haber consultado en su EPS Coomeva por los síntomas de su Tumor, le practicaron tres cirugías… pero ya fue tarde: después de la tercera intervención aparecieron las secuelas como parálisis facial irreversible, disfonía, hemiparesia de hemicuerpo izquierdo y coordinación.

Hoy, gracias a su capacidad de resiliencia y al apoyo profesional del programa de responsabilidad social de la Clínica Mery Álvarez, llamado «Transformando vidas desde el interior», Luz Helena vuelve a enfrentarse al mundo. Pero las secuelas de la supuesta negligencia de su EPS no desaparecieron en su totalidad, dejando la conclusión de la importancia de un diagnóstico preciso y de una intervención a tiempo.