Las directivas de Corantioquia, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el municipio de Bello anunciaron su voluntad de continuar avanzando en la conservación del cerro Quitasol, declarado área protegida a finales de 2020, dentro del Distrito de Manejo Integrado (DMI) Quitasol – La Holanda, con el aval del Instituto Alexander von Humboldt. Para el efecto, formularán en próximos días el Plan de Manejo para esta área protegida, con una inversión de 725 millones de pesos. 

Por iniciativa de Corantioquia, en el lugar será construido un Espacio Público Verde, para rescatar y fortalecer las altas potencialidades ambientales y culturales de la zona, además de fomentar el turismo de naturaleza como un programa de negocio verde para el DMI, según afirmó Ana Ligia Mora Martínez, directora de la Corporación. En la obra se invertirán más de 970 millones de pesos, de los cuales Corantioquia aportará 720 millones y el municipio de Bello más de 253 millones, en especie. 

Se trata de un proyecto que incluirá la intervención de 2.5 kilómetros del recorrido por el Camino Corrales, de gran valor arqueológico, la construcción de dos miradores y un sitio especial para el avistamiento de aves, así como la instalación de señalética e intervención en temas de gestión del riesgo en varios puntos del camino.

Por su parte, Juan David Palacio, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, destacó la importancia del Cerro Quitasol desde el punto de vista ambiental, no solo por la riqueza de especies allí presentes, sino por el agua, entendiendo que el norte del Valle de Aburrá y el norte del Departamento aportan aproximadamente el 45% del recurso hídrico necesario para la región metropolitana.

En los últimos años, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha realizado en este cerro, en coordinación con el municipio de Bello, el mantenimiento de 234 hectáreas de reforestación, la siembra de 182.500 árboles, la construcción y mantenimiento de 13 mil metros de caminos cortafuego y más de 6.800 metros de cerco y distintas jornadas de sensibilización, siembra y mantenimiento con la comunidad.

Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt, destacó que este debe ser un lugar emblemático de lo que son las áreas protegidas urbanas, donde se puede conectar a la ciudadanía con la naturaleza, impulsar procesos de ciencia participativa y lograr que las comunidades se apropien cada vez más de estas áreas.

El área protegida Quitasol – La Holanda involucra a 17 veredas de seis municipios: cuatro del Valle de Aburrá (Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota) y dos del Norte antioqueño (San Pedro de los Milagros y Donmatías). En ella se preservan importantes fuentes hídricas y se cuenta con la presencia de 14 especies de fauna, entre ellas, varias aves endémicas, incluido el gorrión montés o montañerito paisa (Atlapetes blancae), el cual se encuentra en peligro crítico e, incluso, estuvo considerado como extinto. Además allí se encuentran cinco especies de flora, entre ellas el cedro (Cedrela odorata) y el roble (Quercus humboldtii).