Agencia Virtual de Prensa -AVP-.< “¡Así es muy difícil!”. Con esta exclamación recibió el representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, la decisión de la Corte Constitucional de declarar inexequible los artículos 33 y 140 del Código Nacional de Policía y Convivencia, la cual devuelve el permiso a tomar bebidas alcohólicas y consumir sustancias psicoactivas en lugares públicos.
“Con el respeto que se merecen los honorables magistrados de la Corte Constitucional, el País sí les pide más juicio y raciocinio a la hora de enfrentar los derechos y las libertades sociales. No puede ser racional, lógico y justo con una sociedad que busca cada vez con más anhelo vivir en medio de la tranquilidad, la seguridad y la paz, que sus jueces prefieran el derecho al libre desarrollo de la personalidad de quienes pierden el valor del respeto y la tolerancia, enceguecidos por el licor y las drogas, sobre el derecho de la inmensa mayoría de colombianos de bien a vivir en paz y con la garantía que no serán afectados en su vida, en su honra y en sus bienes”, afirma el Congresista Conservador.
Con su afirmación, Nicolás Albeiro Echeverry encuentra que en la decisión del Alto Tribunal hay una colisión de principios y derechos constitucionales en los que debieron prevalecer los principios de la dignidad, el interés general, la protección de la vida, honra y bienes y el amparo de la familia, además de la preeminencia de los derechos a la vida y a la paz.
“Innegable el derecho al libre desarrollo de la personalidad, pero es absolutamente desproporcionado que en la balanza de los derechos y las libertades prime este frente a aquéllos que garantizan la materialización de un Estado Social de Derecho en el que el ser humano debe ser la esencia y alrededor del cual se insiste en el fortalecimiento de un tejido social que garantice una sociedad mejor y en paz”, insiste el Representante antioqueño
Recuerda, también, que sociedades desarrolladas como la norteamericana y la europea ya demostraron las bondades de restricciones como las contenidas en los artículos 33 y 140 del Código Nacional de Policía y Convivencia: allí el respeto por las normas y por la autoridad auto regula en la ciudadanía el consumo de licores o sustancias psicoactivas en espacios públicos.
El congresista Echeverry Alvarán cree que el orden debe primar en una sociedad que no es capaz de poner límite a su libertad, sin restricciones institucionales y legales. Espera que los jueces de la república infieran razonablemente que la cultura ciudadana necesita de la norma para garantizar el orden y las libertades ejercidas con responsabilidad.
“Porque así es muy difícil, señores magistrados, tratar de construir una sociedad más amable y respetuosa de los principios y valores, que la hagan más convivente, tranquila, segura y en paz”, sentencia el representante conservador.