Por: Rodolfo Correa
Las opiniones expresadas en esta columna, son responsabilidad de su autor
En mora está la opinión pública de reconocer el liderazgo y capacidad de orientación del ex gobernador Aníbal Gaviria Correa. Múltiples han sido los aciertos del Doctor Gaviria al momento de analizar el panorama político nacional. Realmente su capacidad de previsión es la de todo un estadista.
Cuando nadie lo creía, Aníbal predijo el hundimiento del referendo reeleccionista. Con un gran tino jurídico sentenció el mal futuro de esta iniciativa viciada por los irregulares procedimientos en materia de recolección de firmas y de financiación. Desde luego observó las imprevisiones del legislador y auguró la hecatombe para este mecanismo de participación ciudadana.
Posteriormente, en medio del congreso nacional del partido liberal, se atrevió a decir algo que no estaba en consonancia con la opinión del momento, pero que en últimas fue la tesis que se impuso. Dijo Gaviria que el partido liberal no necesitaba realizar coaliciones con nadie por dos razones estructurales: “Tenemos partido y tenemos candidato”.
Y recientemente escuché algo que realmente me dejo intrigado. El ex presidente Cesar Gaviria en una entrevista televisiva a través de un importante medio de comunicación nacional señaló que definitivamente es necesario construir una nueva agenda para Colombia. Recuérdese que precisamente esta fue la consigna con la que Aníbal comenzó a recorrer el país y a plantearle su propuesta presidencial.
Tres cosas que, en últimas, han demostrado que en Antioquia tenemos el ciudadano de mayor proyección política. El futuro estadista que preparará a Colombia, muy pronto, para afrontar el siglo XXI con ideas renovadoras y modernizadoras. Un hombre que más allá de la anacrónica discusión ideológica entre izquierda y derecha, tiene la capacidad intelectual y la fuerza vital para ser el Presidente que Colombia necesita.