El exgobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, resolverá el próximo mes de junio si, definitivamente, será candidato a la Presidencia de la República. La decisión del también Ex Alcalde de Medellín dependerá de que tenga una propuesta que, realmente, apunte a satisfacer las necesidades, solucionar los problemas y ofrecer a los colombianos la calidad de vida que los acerque al principio de dignidad que propone el vigente Estado Social de Derecho.  

“Si de aquí a junio he construido un proyecto fuerte, con buenas propuestas, estaré en la puja por la Presidencia. Sólo así participaré, porque no soy burócrata profesional”, dijo en Sinergia Informativa el también Ex Rector de la Universidad de Antioquia.

Luis Pérez Gutiérrez asegura que el País ha retrocedido 25 años, sobre todo en lo social. Dice que los colombianos están reclamando más y mejor educación y que los campesinos, por ejemplo, no pueden estudiar porque no cuentan con internet. Por eso, una de sus propuestas es invertir en conectividad para todo el territorio nacional. Está convencido de que el camino es que el Gobierno invierta en un satélite con ese propósito.

“Yo estoy trabajando en crear programas que sean disruptivos, que realmente solucionen los problemas del País. Si no es así, no tiene sentido aspirar a dirigir el destino de los colombianos. Hasta cundo tenga en claro un proyecto que garantice que le vamos a cumplir a la gente, saldré a decir públicamente que seré candidato. Quiero hacer lo mismo que cuando me postulé a la Rectoría de la Universidad de Antioquia, a la Alcaldía de Medellín y a la Gobernación de Antioquia: cumplir la palabra, modificar la realidad y servirle a la gente”, asegura.

Respecto de las vallas que en algunos sectores de Medellín tienen publicada su imagen con el texto “Colombia: Antioquia te lo prestará”, además de información en redes sociales que empiezan a hablar de su potencial candidatura a la Presidencia de la República, Luis Pérez Gutiérrez agradece esas iniciativas que considera “expresión del pueblo que quiere que otra vez Antioquia tenga preponderancia nacional”, porque, pese al aporte del Departamento en la elección de Iván Duque Márquez, en su gobierno ha sido paupérrima la participación de Antioquia.

“Antes el poder pasaba por Antioquia: ya no”, afirma.

Pérez Gutiérrez agrega que esas expresiones populares quieren que Antioquia vuelva a ser grande en el escenario político de Colombia. Y aunque está convencido de que llegó la hora de la “desbogotanización” de la política, asegura que es con ideas y sin insultos que debe abrirse el escenario para que los candidatos serios se decidan a presentar y debatir propuestas de interés para el País.

“El problema no es de derecha, de izquierda o de centro: el problema es de carácter, de ideas y de verdadero compromiso en resolver los problemas de Colombia”, plantea.

Por lo pronto, considera que el color del futuro de un país es el color de la juventud. Por ellos hay que trabajar para garantizarles educación superior con cobertura total, con calidad y gratuita.

También está convencido de que los servicios públicos domiciliarios pueden ser más baratos, de tal manera que las familias pobres colombianas no tengan que destinar el 25% de sus ingresos a pagar sus servicios públicos.

“El Presidente y el Congreso de la República deben tener capacidad de decisión en ese sentido. No puede ser que cinco personas que representan empresas privadas con intereses en el sector de los servicios públicos, se peleen el nombramiento en la Comisión de Regulación de Energía y Gas –CREG- para tomar decisiones monolíticas sobre tarifas que no consultan los intereses y las necesidades generales de la población”, concluye Luis Pérez Gutiérrez, explicando que desde 1992 las tarifas las decide un puñado de personas que representa intereses particulares.

Finaliza aclarando que ni teme ni le molesta que lo llamen “populista” por querer trabajar por el bienestar general y tener más en cuenta las necesidades de los pobres. Recuerda su paso por la Rectoría de la Universidad de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, donde prometió y cumplió la palabra.