Los habitantes de Itagüí, especialmente los jóvenes, se resisten a vivir en la violencia. Quedó demostrado durante la “Semana de los Derechos Humanos”, cuando salieron a marchar por las calles exigiendo respeto por los derechos humanos y pidiendo la paz para este municipio del Sur del Valle de Aburrá.

Los actos simbólicos de la “Semana de los Derechos Humanos”, como la  marcha, el concurso de pintura y la Feria de los Valores, fueron convocados por la Personería de Itagüí, con motivo del Día Nacional de los Derechos Humanos que se celebró el jueves, 9 de septiembre.

Para Alejandro Estrada Álvarez, personero Municipal de Itagüí, es difícil calcular el impacto de estos actos. Sin embargo asegura que durante la décima tercera versión de la “Semana de los Derechos Humanos”, fue posible ver en los profesores, alumnos y comunidad, en general, un compromiso sincero contra la violencia. “Durante la semana, las conversaciones de los jóvenes giraron en torno a la paz; manifestaron sus deseos de vivir en un municipio tranquilo, y las ganas de aportar para conseguir ese objetivo”, señaló.

Alejandro Estrada está convencido de que el círculo vicioso de la violencia se puede romper con pedagogía, sensibilización y mucha conciencia ciudadana.  La violencia es aprendida en la familia, en la televisión, en Internet, en la escuela y en la calle; es como un cáncer que invade todas las esferas de la vida social. “Con cariño, tolerancia, diálogo y sinceridad, podemos entregarle a la sociedad, ciudadanos de bien, con conciencia social”, dijo el también presidente de la Asociación Antioqueña de Personeros –APA-.

La participación de los habitantes de Itagüí en los eventos de la “Semana por los Derechos Humanos y la Paz”, fue masiva. “Durante una semana, y con la esperanza de que sea por el resto de sus vidas, logramos arrebatarle a los violentos la participación de los jóvenes en actividades delictivas. Estamos seguros que muchos de los niños y jóvenes que participaron en las diferentes actividades lúdicas y simbólicas, empezarán a reprocharles a sus conocidos, sus actitudes violentas. Ya comenzamos y estamos convencidos de que así se aprenda la violencia, también es posible aprender la paz”, concluyó Alejandro Estrada Álvarez.