Fabio Humberto Rivera Rivera
El Gobierno Nacional tiene una importante propuesta para la conectividad de Antioquia que involucra al departamento, al Municipio y a I.S.A. en la ejecución de doble calzada a Urabá, al Suroeste, al Norte y el tramo Cisneros – Puerto Berrío, sin detrimento de seguir avanzando, con mayor celeridad, en las concesiones Bello – Hatillo, Barbosa – Cisneros y la Doble Calzada que une a Medellín con Bogotá.
La Nación aporta un billón de pesos, el Departamento aportaría 600 mil millones y el Municipio de Medellín 400 mil millones, sí el Concejo lo aprueba, ya que existe la voluntad política del alcalde Fabio Alonso Salazar.
I.S.A. sería la dueña de la concesión e invertiría más de dos billones de pesos para tal fin.
Negar la importancia de esta propuesta, oponerse al desarrollo de Antioquia y sus regiones sería necio de nuestra parte.
Mejorar los aeropuertos, construir las vías que nos saquen del atraso, modernizar las telecomunicaciones e incorporar las subregiones de Antioquia al desarrollo son un imperativo para la competitividad del departamento y una estrategia que impulsaría el crecimiento económico de nuestra región, combatiendo de paso el flagelo del desempleo.
Las anteriores inversiones, unidas a los planes de desarrollo locales y regionales, más los proyectos estratégicos como: Pescadero- Ituango, Porce III y Porce IV, mitigarían con absoluta seguridad parte del impacto en nuestra región, de la crisis mundial de la economía.
Por supuesto que para ello se debe pasar de la retórica a la práctica, estas obras deben pasar de ser noticias de primera página de periódicos, para pasar a ser ejecutadas en la realidad.
Obras en la virtualidad no dinamizan la economía, no combaten la desigualdad, no logran la inclusión, por el contrario generan desconfianza de los ciudadanos hacia sus gobernantes y sus gobiernos.
Quisiera recordar que en el año 2002, los mismos actores de esta propuesta nos pintaron en el Hotel Intercontinental, 600 kilómetros de nuevas vías para Antioquia, un año después se bajaron a 400 kilómetros y el Plan 2500 disminuyó la meta a 250, ¡que están por verse!
Quiero pensar que por fin le llegó el tiempo a Antioquia, quiero soñar con un departamento pujante, justo y equitativo, quiero aportar para que Medellín haga parte de la suerte de las demás regiones que a su vez es nuestra propia suerte.
No quisiera pensar que hace parte de una pre campaña electoral.
¿Qué piensa usted?