El impacto de bala que recibió María Victoria Correa y que le produjo la muerte este viernes, 28 de marzo de 2025, causó dolorosas heridas en el alma a cientos de sus colegas y de personajes de la vida pública que compartimos con ella en innumerables momentos de su larga carrera profesional.

Morir es normal, y serlo víctima de la violencia -es duro decirlo- también “es normal”, en este País tan violento por décadas. Tanto, que lo que ya no “es normal” para muchos, es nacer, porque son bastantes los que ya no quieren engendrar, para no correr el riesgo de tener que llorar alguna vez la pérdida de ese ser querido, traido a este mundo para entregárselo a la voracidad de la violencia nuestra, que es la única inmortal.

En todo caso, la muerte violenta de Vicky y de su hermana Nohelia, víctimas de la insensibilidad sicarial, nos dejó a todos, primero, incrédulos, y después, “impactados”.

Tan “imposible” el rumor funesto y, especialmente, como consecuencia de un atentado sicarial, que corrimos a llamar a Carla, su entrañable amiga, quien ahogada por el llanto nos lo confirmó… Y la duda se convirtió en dolor, repetido cada vez que unos y otros colegas y unos otros políticos nos preguntaron si era verdad.

No queda más que la solidaridad con su familia y con Carla Ramírez, quien era una con la otra “Lolita”, pues ellas eran sólo una: las “Lolitas” que llegaban, se sentaban, se reían y se marchaban… Sólo una: las “Lolitas”.

Quedan los mensajes de los amigos, los colegas y las organizaciones de periodistas:

El nuestro: Nos acaba de confirmar Carla Ramírez la muerte violenta de María Victoria Correa. Lo sentimos en lo profundo de nuestro ser, porque fueron muchos los años que compartimos con Vicky. ¡Nos duele en el alma.! Mábel y yo extendemos un abrazo solidario a su familia y a Carla, quien era su entrañable amiga.

¡Paz en tu tumba, Vicky!

El de la Junta Directiva del Club de la Prensa de Medellín: Lamentamos profundamente el asesinato de nuestra querida colega y socia, la periodista María Victoria Correa Ramírez, así como el de su hermana.

Este hecho atroz es un golpe doloroso para nuestra comunidad y para el
ejercicio del periodismo en nuestra ciudad y país.

El de la Junta Directiva y Asociados del Círculo de Periodistas de Envigado -CIPE-: Lamentamos profundamente el fallecimiento de la colega periodista María Victoria Correa Ramírez y el de su hermana Nohelia, en hechos ocurridos este viernes en Envigado. Desde nuestra organización, el mensaje de solidaridad para con sus familiares y amistades. Hay luto en nuestro periodismo.

El del gremio de periodistas del Oriente antioqueño -C.P.O.-: Nos sumamos a las voces de rechazo y compañía por las circunstancias ocurridas este viernes contra nuestra colega Vicky y su hermana María Norelia. Q.E.P.D.

El del Círculo de Periodistas y Comunicadores de Antioquía: El CIPA se une al pesar y el dolor manifiesto del periodismo antioqueño y colombiano, por la sensible pérdida de nuestra colega María Victoria Correa Ramírez y su hermana. Expresamos nuestra solidaridad con sus familiares y amigos.

El de la Oficina de Comunicaciones de Envigado: Una vez fueron conocidos los hechos, las capacidades humanas y tecnológicas de la Secretaría de Seguridad, la fuerza pública y la Fiscalía General de la Nación han recolectado información de video y elementos que permitan esclarecer los hechos y dar con la captura de los responsables. Desde la Oficina de Comunicaciones, solidaridad en estos momentos con la familia Correa Ramírez y con los colegas periodistas.

El de Jaime Garzón: Con profunda tristeza y dolor en el alma nos enteramos del vil asesinato de María Victoria Correa, destacada en el periodismo Antioqueño, lo más lindo de ese ser humano jovial y amoroso que siempre nos atendió con profundo respeto y cariño, nuestro corazón llora hoy profundamente.

El de Carlos Andrés Trujillo: Lamentamos profundamente el fallecimiento de la periodista María Victoria Correa Ramírez y María Nohelia, su hermana, en el repudiable ataque sicarial ocurrido en Envigado. Enviamos nuestra solidaridad al gremio periodístico y a la familia de las víctimas por tan lamentable pérdida y pedimos a Dios les conceda fortaleza en estos momentos de dolor.

Y el de muchos más, solidarizándose con la familia, los amigos, los colegas periodistas y esta sociedad, tan carente de principios y valores. Sociedad que vuelve a regar lágrimas, que nunca habrán de sacarse, porque en cualquier momento otra familia y otro gremio las habrá de derramar… Porque lo único “inmortal” es nuestra violencia.