Por: Jorge Enrique Vélez
Las opiniones expresadas en esta columna, son responsabilidad de su autor
Estamos a pocos días de que Colombia elija su próximo Presidente de la República, después de ocho años en los que tuvimos en el Primer mandatario a un gran líder, que trabajó sin descanso para que los flagelos que tenían azotado a este país y en manos de grupos al margen de la ley quedaran en jaque.
Pero sin lugar a dudas, es claro que si no continuamos por este camino vamos a revivir en nuestro país toda esa época oscura en la historia de Colombia antes del 2002. Sólo el pueblo colombiano tiene la oportunidad de escoger el camino a tomar el próximo 30 de mayo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y se sellará el destino de nuestra patria con la segunda vuelta, donde elegiremos el reemplazo de Álvaro Uribe Vélez.
Así las cosas, es importante que hablemos de lo que significa reemplazo, si hablamos de Uribe, solo lo remplazaría la persona que pueda dar continuidad a sus políticas y analizando la situación desde este punto de vista, la baraja de candidatos opcionados a sucederlo en el cargo se limita sólo a los que hacen parte de la coalición de la seguridad democrática: Germán Vargas, Noemí Sanín y Juan Manuel Santos.
Centrémonos en estas tres personas, no queda duda alguna que quien ha demostrado en esta campaña tener el conocimiento, la capacidad y el programa para seguir por el sendero ya trazado y mejorando en los temas que definitivamente ha tenido debilidades este gobierno, como la política social, es Germán Vargas Lleras.
Pero no sé si a ustedes les pasa lo mismo que me ocurre día a día, cuando tengo la oportunidad de conversar y preguntarle a algunos colombianos ¿Por quién vamos a votar? Algunos responden que votarán por Mockus y la razón que dan para tomar esta decisión es que es distinto y representa la anti política.
Entonces, yo me pregunto ¿Será anti política la persona que ya fue elegida Alcalde de Bogotá? ¿Un candidato que está rodeado de políticos de tradición como Gustavo Rodríguez, Jorge Londoño, Sergio Fajardo, Luis Eduardo Garzón? No lo creo. De igual forma, algunos se atreven a afirmar que esta colectividad o por lo menos sus integrantes, han luchado contra la corrupción.
¿Será que el pueblo colombiano se olvidó de escándalos como el de las calcomanías, los bolardos, los parques de Peñalosa o la pésima calidad de las lozas del Transmilenio que tanto daño le ha causado al sistema y al presupuesto de la ciudad?¿O de escándalos como el de Orbitel, las pirámides, el Plan de Ordenamiento Territorial(POT) del poblado, los sobrecostos en la construcción de escuelas y colegios de Medellín durante la administración Fajardo o la famosa donbernabilidad de la que aún se habla? Alguien se ha preguntado ¿De quién es la responsabilidad de que después de tanto tiempo no se haya podido inaugurar Metroplus? Ni que decir del engaño de Antanas Mockus a la ciudad de Bogotá, cuando renunció a la Alcaldía para lanzarse a la presidencia. ¿Todo no es politiquería?
Por eso, qué bueno que los colombinos tomemos la decisión sin pasiones y sin dejarnos engañar por ciertos fenómenos de la Internet. Veamos con atención los debates y las intervenciones de los candidatos y con base en sus programas presidenciales, tomemos la mejor decisión. Votemos bien, votemos a conciencia.
No podemos pensar que votar por quien tiene el mejor programa y no está liderando las encuestas es perder el voto, ¿Será entonces, que nos volvimos bobos útiles de las encuestas y de algunos grupos de interés que son los que están manejando la cadena a punta de encuestas y no de programas?
La respuesta la tiene usted ¿El 30 de mayo actuará como un bobo útil o es un colombiano racional que vota a conciencia, ajeno a las presiones de algunos medios de comunicación, de las encuestas y de las emociones del día a día?
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