Juan Carlos Velásquez y Róger Vélez, en Sinergia Informativa.

El analista Político, Juan Carlos Velásquez Estrada, está convencido de la importancia de los electores que están en el centro, o sea, de los que no hacen parte de las barras de “hooligans” que adoran, sufren, lloran, pelean, mienten y crean fake news por Gustavo Petro y por Federico Gutiérrez.

Cuando hay insultos en redes sociales a favor de uno y en contra de otro candidato, lo que se produce es un diálogo de sordos. Nadie cree nada, ni cambia el voto: ese es un voto duro. Sin embargo, cerca de 50% se considera de centro y no hace parte de esos ´hooligans´ o barras bravas que se alinean a un lado y al otro. Pero esa ´desinformación´ puede ser útil para cambiar la intención de voto en ese centro, votos que son necesarios para aumentar la ventaja de los extremos”, precisó Velásquez Estrada en Sinergia Informativa.

Explica que ese voto duro por uno y otro candidato es fiel y se mantiene. Pero no será suficiente para ganar las elecciones en primera vuelta, porque no alcanzan a superar el 50% y, tampoco, será suficiente en segunda vuelta, porque seguirán siendo casi los mismos.

Por eso, según Velásquez Estada, lograr seducir a los electores que están en el centro de la polarización, les permitirá tener los votos para coger la ventaja necesaria en primera vuelta, que en segunda vuelta llegarían demasiado tarde, como le ocurrió a Gustavo Petro hace cuatro años frente a Iván Duque, quien tuvo menos incremento de votos que Petro en segunda vuelta, pero ya tenía la ventaja necesaria, gracias al mayor número  de votos de primera vuelta.   

El que gane la primera vuelta con más del 10% de diferencia, será el próximo Presidente de Colombia”, dijo Juan Carlos Velásquez en Sinergia Informativa.     

Sin embargo, esos votos del centro que pretende Sergio Fajardo no serán para él, no obstante enarbole el discurso del cansancio con los extremos. Hace cuatro años estuvo muy cerca, tanto que la diferencia en primera vuelta con Gustavo Petro fue de 200 mil votos.

En esta ocasión –según explica Velásquez- “la foto cambió”, debido a la pandemia del COVID-19, el incremento de pobres en más de seis millones y las protestas sociales que modificaron las intenciones, ampliando el número de insatisfechos e inconformes con el establecimiento, que encontraron en Gustavo Petro la persona que los escuchara y, del otro lado, también creció el número de personas temerosas y necesitadas de orden y seguridad, que vieron en Federico Gutiérrez la persona que volvió a “poner de moda la autoridad”.

En términos sencillos: había dos cupos en la buseta y ya se llenaron; el discurso de Fajardo ya no tiene cabida en los electores del País”, plantea el Analista.

Más probabilidades tiene Rodolfo Hernández, pues pese a su evidente populismo, queda claro que todas las campañas son populistas porque buscan soluciones fáciles a problemas difíciles.

Rodolfo Hernández se convirtió en el verdadero Outsider, en la novedad, en el que llama la atención. Habla simple, como la gente quiere que hable. Pero la gente le pregunta cómo lo va a hacer y no es capaz de explicarlo. Por eso no va a debates, considera que el que escuchó su propuesta simple ya está convencido, pero no se va a arriesgar en debates a que lo confronten. Sin embargo, aunque esté subiendo y acercándosele a Federico Gutiérrez, no le va a dar, porque los dos puestos de la buseta ya están reservados para Petro y Federico. Se podría repetir con Hernández  la escena de hace cuatro años en la que Fajardo terminó colgado en la puerta de la buseta”, explica de manera gráfica Velásquez Estrada.

Finalmente, se refiere a las encuestas que nos les gusta a quienes no ven en ellas a su candidato con porcentaje de éxito, pero asegura que hoy no se puede vivir sin “esa fotografía, que es una herramienta sumamente importante para definir estrategias, tomar decisiones y garantizar financiación”.

Juan Carlos Velásquez Estrada espera que esta vez haya mayor participación, por encima del 53% de votantes de 2018. Expresa que se debe tener en claro que no se va a elegir a un sabio que se las sabe todas, pero es posible escoger al dirigente que busque hacer lo mejor posible por el País.

Decidirse por cuál candidato, depende de buscar  información creíble en medios y en redes, con el suficiente cuidado de no dejarse manipular con mentiras y fake news. Por ello, también es necesario dudar y consultar con personas cercanas de confianza.