Por: Balmore González Mira
Para no tener que esbozar la manida frase de lo que pudo haber sido y no fue, hoy Antioquia y el país mantienen intacta la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y hacer de una esquina el triángulo perfecto para el desarrollo de Colombia y de las américas. La historia registra momentos que por diversas razones no se aprovechan en el desarrollo de los pueblos y una de esas anotaciones le cabría a la región de la Mejor Esquina de América, aquella enclavada en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó.
Cuando se gestó la mejor esquina, se vislumbraba una región con todo el potencial de desarrollo entre las regiones antioqueñas del Urabá, Occidente y Suroeste que surcaban el rio Cauca hasta la Ciudad Madre y que atravesaba desde Andes hasta Urrao, pasando por la agreste geografía frontineña, en el pie del Parque Nacional Natural de las Orquídeas y bajando por el rio Sucio desde Cañasgordas hasta Dabeiba, que luego entrando por Mutatá hacía Murindó y Vigía, en las riveras misma del Atrato, se entrecruzaba con los pueblos chocoanos; agrandando sus territorios por todo el Darién hasta llegar al otro extremo al mar del golfo donde Turbo, Necoclí, San Juan y Arboletes se unen con la extraordinaria tierra cordobesa. A fe que hoy es la región del único y verdadero posible desarrollo agroindustrial y económico de toda Colombia y donde se deben afincar las esperanzas de la competitividad de nuestro país hacia y desde el mundo.
Las vías terrestres con sus viaductos y túneles, que acercan al centro del país con el mar, con todo su impacto económico en todas las regiones mencionadas y; con el mejoramiento de aeropuertos regionales que permita un turismo ágil y nutrido, como el aeropuerto en Necoclí, que en buena hora propone el Gobernador de Antioquia; y la construcción de varios puertos marítimos, son la apuesta verdadera al desarrollo; sin embargo preocupa que no se acelere la construcción, en el caso específico en el túnel del Toyo, que debería construirse en cinco años y no en los diez que tienen planeado, porque al poner en marcha el primer puerto, se notará ahí sí, la falta de esta obra y continuarán los transportadores terrestres haciendo el recorrido por Montería hacia Medellín y el centro del país, donde seguramente seguirán viendo más beneficios.
Hace un poco más de cuatro años nació El Contrato Plan Atrato Gran Darién como una iniciativa del Gobierno Nacional en una figura traída del esquema Francés, donde se firma un acuerdo estratégico para el desarrollo de este territorio y se busca como propósito fundamental superar algunos índices de pobreza extrema de los 25 municipios que lo componen. Córdoba con 7 municipios, Canalete, Los Córdobas, Puerto Escondido, Moñitos, San Bernardo del Viento, Valencia y Tierralta; igualmente Chocó con Riosucio, Bojayá, Medio Atrato, Carmen de Darién, Carmen de Atrato, Acandí y Unguía. Y el departamento de Antioquia con los municipios de Urabá, Murindó, Vigía del Fuerte, Mutatá, Chigorodó, Carepa, Apartadó, Turbo, San Pedro, San Juan, Necoclí y Arboletes. En esta región se han irrigado, desde la iniciativa local, recursos cercanos al billón de pesos en sectores estratégicos para sus comunidades en proyectos agropecuarios, de agua potable y saneamiento básico, vivienda, inclusión social, salud, educación, vías, turismo que han aportado con obras e inversión social un mejor estar a varias poblaciones y que en su trazabilidad se deben considerar fundamentales para lo que se avecina en la región.
Antioquia con sus tres regiones, Córdoba y Chocó, hacen parte de un eje con potenciales inexplotados que podrían ir desarrollando una nueva ciudad de servicios para el mundo; un turismo ambiental con protección especial por ejemplo y una producción agroindustrial que requiere una inyección de inversión extranjera que potencialicen la región y la conviertan en el Hong Kong de América.
Mientras tanto seguiré soñando con un tren costanero que tenga su primera estación y centro de acopio en un puerto seco en Mutatá en Antioquia y que se acerque al mar en Turbo y bordeando las costas nacionales del caribe, atraviese Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena y hasta la Guajira, con un transporte multimodal de carga, pasajeros, combustible, residuos sólidos y hasta agua para las próximas generaciones. Utopía que tal vez no verán nuestros ojos o una quimera que tal vez verán nuestros bisnietos.