Diego Calle

Por: Diego Calle Pérez. 

Nada ha cambiado. Todo sigue igual. La línea del tiempo se detiene en biografías y en hechos que la historia no puede ocultar. Algunos invocan tinieblas, algunas muertes nos sorprenden, hay asesinatos, hay torturas, hay juicios, hay jueces, hay investigaciones, hay fallos de la corte internacional. Desde México hasta Argentina, pasando por las Antillas del Caribe, pareciera todo fuera como igual en la política, en la economía con la cifra del dólar, las estadísticas de alfabetización, los temas de salud, los temas de pensión, para los que por años cotizaron, en un fondo de pensionados.  

Algunos decían que el modelo venia de Chile y otros hablan del modelo español y otros que eso se lo inventaron inflando datos y estadísticas del promedio de vida. Los países de América latina, están repletos de heridos que sembraban cosechas para alimentar la población urbana. En los países de América latina, se refugian de un lado para el otro, los que huyen de los organismos de inteligencia de los diferentes estados, lo curioso es que en ninguno de los países los encuentran y llegan a Europa y hasta los ven en África y en Asia. 

En los países de América Latina, la pobreza margina cada día a los marginados de las políticas agrarias, la ignorancia es la cifra que aumenta la votación por el que pagan los grupos empresariales, las necesidades básicas no son la prioridad de los planes de desarrollo del Estado y los ejemplos son contrastes que solo se ven en algunos documentales que pasan en uno que otro canal de televisión. 

Todo es contradictorio, el presidente que por años tuviera favorabilidad, años después se le veía en la cárcel, después juzgado y meses después recobra sus credenciales y vuelve a la contienda electoral, en otro país, el presidente se convierte en un tirano y en otro país de la extensa geografía del sur de América repite lo que ocurriera en los otros países del cono sur. La historia no olvida, los que olvidan son los que buscan perdurar en el presente a como dé lugar.  Las banderas de los países de América latina están heridas de conflictos internos. La incertidumbre social es el tema que a diario se informa en los noticieros, no propiamente por el contagio del covid-19, la estabilidad democrática, la corrupción, los conflictos sociales que genera la pobreza son motivo con el alma llena de banderas.