Colombia no necesita más gritos: necesita más razones
El domingo pasado, miles de ciudadanos salieron a marchar en silencio. No fue una marcha contra nadie… Bueno, ese era el propósito, que fue silenciado por gritos, ataques y deseos oscuros contra el presidente Gustavo Petro. Ahora, no quiero decir que el Gobierno nacional no se merezca críticas de quienes consideramos que está lleno de improvisaciones y de yerros. Pero, aunque amerite vehemencia, es inaceptable que la crítica se haga en mediio de expresiones de odio y violencia.
HACIA UN CENTRO BELIGERANTE
Si en elecciones hay polarización, la gente no va a votar por la esperanza; va a depositar odios en las urnas. La extrema derecha y la extrema izquierda alimentan el odio y el miedo para ganar elecciones. El odio paraliza todo: las ideas, la imaginación, la argumentación, hasta la vida. Por eso, el odio impide el cambio y siempre nos tira para atrás hacia estados primitivos. Odiar no es resistir; es reversar. El odio es una demencia que no tolera la diferencia.
Sin empresas no hay derechos
Colombia atraviesa un momento crítico: mientras el Gobierno nacional insiste en imponer reformas con evidente tinte populista, nosotros -desde la oposición responsable- levantamos la voz para advertir que sin sostenibilidad económica no hay derechos laborales que valgan.
Abejas: Pequeñas heroínas que sostienen la vida
Hoy, en el Día Mundial de las Abejas, alzamos la voz por quienes no pueden hacerlo, pero que son esenciales para que la vida en nuestro planeta continúe: las abejas.
Francisco: Un legado de misericordia y puertas abiertas
Al escuchar la homilía del cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años y decano del Colegio Cardenalicio, no pude evitar conmoverme profundamente. Aquel anciano cardenal, con voz serena y temblorosa, fue hilando un retrato espiritual del Papa Francisco que caló hondo en mi alma. Sus palabras resonaban bajo el cielo de Roma como un eco de amor y gratitud, y sentí que cada frase llevaba consigo el peso de una Iglesia entera despidiendo a su pastor. En medio del dolor por la pérdida, la homilía nos envolvió en una atmósfera de paz esperanzadora, como si el mismo Francisco nos hablara al corazón a través de su hermano cardenal.
Mi voto es NO al transfuguismo
Desde mis inicios en la vida pública —como Edil, Concejal de Medellín, Diputado de Antioquia, Representante a la Cámara y hoy como Senador— he sostenido una convicción inquebrantable: los partidos políticos son la columna vertebral de la democracia. Son los partidos políticos los que le dan coherencia a los programas de gobierno, le ofrecen identidad al electorado y generan responsabilidad política frente a la ciudadanía.
Colombia no merece un Presidente atrapado en la adicción
La reciente carta del excanciller Álvaro Leyva al presidente Gustavo Petro, no sólo es un llamado urgente a la reflexión, sino una denuncia de fondo sobre la crítica situación del mando presidencial en Colombia. Una denuncia dolorosa, sí, pero necesaria. En ella, Leyva —hombre de trayectoria, cercanía al poder y conocimiento profundo del Estado— revela con preocupación lo que muchos ya temíamos y lo que otros tantos han preferido callar: que el Jefe de Estado podría estar enfrentando problemas de adicción.
Un orgullo ser hijo de la Universidad de Medellín: 75 años...
La Universidad de Medellín es mi casa espiritual del rigor académico y la de tantos colegas y amigos que nos formamos con esfuerzo y sacrificio allí, donde estudié mi pregrado y mi especialización. Allí aprendí a soñar con la grandeza de ser un profesional íntegro y capaz, formado en la filosofía del servicio y el deber ser a plenitud.
A negociar con el Imperio
Un imperio es una nación que controla muchos territorios y está gobernada por una única figura de autoridad. Estas figuras suelen tener títulos como rey y reina o emperador y emperatriz. Algunos de los imperios más poderosos y conocidos fueron el Imperio romano, el Imperio británico, el Imperio persa, el Imperio mongol y los califatos islámicos.
El Progresismo Bajo Fuego: ¿por qué los grandes medios persiguen a...
Para construir el relato perfecto, la extrema derecha ha empleado dos argumentos falaces. En primer lugar, ha tildado al presidente de dictatorial, y luego ha atacado sistemáticamente a quienes profesan el progresismo, obstaculizando su acceso al gobierno nacional.