De Guardiana de la Fé Pública a Ángel Guardián de la Familia Guerra, denominó a Nelly Guerra Serna, el Superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez García, en su mensaje de solidaridad con motivo de las dos décadas del fallecimiento de la abogada a quien vilmente le fue cegada su vida cuando era notaria quinta en Medellín.
Hoy, durante la celebración de la Sagrada Eucaristía, en el auditorio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, regional Antioquia-Chocó, se oyeron voces de exaltación a la memoria de Nelly Guerra Serna, por parte de su compañera y amiga Susana Buitrago, de su hijo Víctor Francisco y de su sobrino, Bernardo Alejandro Guerra Hoyos, presidente del Concejo de Medellín, quienes coincidieron en resaltar su profundo sentido social, pensando siempre en su familia, sus coterráneos de Peque y las comunidades más vulnerables.
Ese fue el legado que le dejo a las futuras generaciones, su gran calidad humana y su profunda preocupación por la realidad social que la agobiaba, precisamente, en el mensaje de la Unión de Ciudadanas de Colombia se hizo alusión a esta fase de su vida, siempre reivindicando los derechos de los niños, adultos mayores, mujeres y en general poblaciones vulnerables.
Todos los estamentos coincidieron en afirmar que siempre sus enseñanzas permanecerán vivas como una guía y luz en el camino.
Al finalizar la celebración eucarística se colocó una ofrenda floral por parte de su hermano Bernardo Guerra Serna en la placa que hay al ingreso del edificio del ICBF que la abogada Nelly Guerra Serna construyó para la posteridad.