Por: Ramón Elejalde

Cuando dentro de la clase política se quiere minimizar la capacidad económica de un dirigente político se suele decir que “ese hace política en bus”. Pues la verdad, novedosa la decisión del precandidato liberal doctor Aníbal Gaviria Correa de adelantar su campaña por toda Colombia utilizando como medio de transporte un bus, en lo que se conoce como la “Ruta por la equidad y la vida”.

Su propósito es recorrer 20.000 kilómetros durante esta campaña y visitar el mayor número de ciudades, municipios y corregimientos de nuestro territorio. Inicialmente viajó de Medellín a Quibdó, por la llamada carretera de la muerte, que además es el símbolo del abandono estatal, en este mismo viaje estuvo por Pereira, Armenia, Chinchiná y Marizales. Luego visitó Bucaramanga y cerca de 23 municipios de Santander y del norte de Boyacá, y ahora termina su recorrido por Valle, Cauca, Nariño, Putumayo, Huila y Tolima, incluyendo la carretera de Pasto a Mocoa por el llamado “trampolín de la muerte”.

No es de poca monta la actividad que alrededor de estos desplazamientos hay dentro y fuera del bus. Comandando el grupo va la avanzada, encargada de contactar a los dirigentes locales y regionales; preparar hoteles; visitas a medios de comunicación, y ambientar, entre la comunidad, la llegada del candidato. En el bus, como es obvio, viaja el candidato y con él van un grupo de periodistas, camarógrafos, fotógrafos y unos voluntarios que se encargan de recoger en todos los lugares visitados, los datos de los asistentes a dichos eventos, para facilitar una comunicación fluida entre candidato y electores y además se encargan de difundir la hoja de vida del doctor Gaviria Correa. La información allí obtenida se organiza y sistematiza. Pero la actividad dentro del automotor es frenética, mientras un grupo prepara comunicados, edita tomas, selecciona fotografías y envía boletines a los medios, hay otro grupo de personas comunicando al candidato con los líderes regionales y locales y con los medios de comunicación. Todo está planificado: hay una abundante historia de las localidades que se visitan, las realidades económicas y sociales y sus necesidades apremiantes. De esta información dispone el candidato con alguna frecuencia, la que discute o corrige, con asesores y periodistas.

Es realmente una campaña moderna, que está impactando las regiones visitadas. En El Tablón, corregimiento del municipio nariñense de Taminango, le dijeron que era la primera vez que un candidato presidencial visitaba ese lugar. En Tangua algún lugareño acotó que desde la campaña de Misael Pastrana Borrero no llegaba ningún aspirante a la presidencia a ese sitio. La presencia del candidato es recibida con asombro y agrado por el sistema de transporte utilizado. Es toda una novedad. En Mocoa hay sorpresa por la vía utilizada para llegar a la ciudad, el “trampolín de la muerte” es realmente un carreteable peligroso y difícil.

En casi todos los lugares visitados el doctor Aníbal ha realizado importantes reuniones, pero en los sitios donde no ha sido posible contactar previamente a la dirigencia o la visita no estaba prevista, el candidato se ha dedicado a visitar parques, plazas de mercado, eventos deportivos y allí él, personalmente, hace entrega de su publicidad. En no pocos lugares de estos se ha terminado la jornada con verdaderas manifestaciones no previstas, como sucedió en Chachagüí en el norte de Nariño.

Como lo dije no han faltado los viajes por verdaderas trochas intransitables; La vía Ciudad Bolívar-Quibdó; la que conduce de Bucaramanga a Málaga y la que va de Pasto a Mocoa, todas ellas verdaderas vergüenzas nacionales. El candidato ha logrado percibir directamente las necesidades de las comunidades y de las regiones. Ha enriquecido su información personal. Se ha encontrado con vías pavimentadas en los libros y en los informes oficiales, que no tienen un centímetro de pavimento, como por ejemplo la vía a Málaga (Santander).

Dentro del bus existe camaradería, espíritu de trabajo, convicción y seriedad. El licor está proscrito por voluntad colectiva. Queda tiempo para agasajar a los cumpleañeros, Claudia Márquez, esposa del Candidato, Jorge Betancur, fotografo y Hernando Alirio Quintero, escolta, compartieron torta y refresco con todos los viajeros. Hay espíritu de triunfo y queda demostrado que en un bus también se puede realizar una campaña política moderna y llamativa.