El director de la ONG Corpades y de Análisis Urbano, Luis Fernando Quijano, no cree que la Paz Urbana que plantea el presidente Gustavo Petro a través del Espacio Sociojurídico de la cárcel de Itagüí se pueda alcanzar sólo con la voluntad de los jefes de estructuras criminales recluidos allí. Asegura que se necesitan más voluntades para erradicar un conflicto que lleva 40 años consolidándose.
Luis Fernando Quijano advierte que el Estado ha demostrado en estas cuatro décadas su incapacidad para desmantelar las organizaciones del crimen urbano. Lo que denomina acciones de “captura, decomiso y control” no son suficientes para acabar con el fenómeno. Pero, además, estas organizaciones cuentan con el apoyo de lo que Quijano llama “nómina paralela”, que consiste en miembros de la institucionalidad actuando en connivencia con estos grupos armados.
Otro problema que el Director de CORPADES ve como óbice para cumplir con el propósito de acabar con el crimen organizado urbano, es la histórica negación de su existencia: primero fue la negación de la existencia de La Oficina y más recientemente la negación de la presencia en Medellín del Tren de Aragua, hoy fortalecido en el centro de la Ciudad.
Luis Fernando Quijano pone ejemplos nacional, regional y local para demostrar la equivocación institucional que ha venido creyendo que las bandas se acaban cuando captura a sus cabecillas.
Sin embargo, el Director de Análisis Urbano considera que la creencia del Gobierno que con la voluntad de los jefes de las estructuras criminales recluidos en la cárcel de Itagüí es suficiente para acabar con las acciones delincuenciales en Medellín y el Valle de Aburrá, es un “error garrafal”.
Leer Más: La Paz urbana no puede ser botín político, demanda colaboración armónica
Además, cree que es imposible que en seis meses se pueda alcanzar la Paz urbana: “no podemos ser tan optimistas”, le dijo a ClickCracia de ElCanal.co.
Quijano Moreno afirma que la disminución de homicidios en nueve municipios del Valle de Aburrá y el incremento en Medellín debe ser objeto de preocupación.
Luis Fernando Quijano le hace una crítica al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez: debería oponerse y especular menos, participar y conocer más del proceso y comprometerse con lo que le compete, si de verdad quiere La Paz para los barrios de su ciudad.
Al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón le hace el mismo llamado.
El director de CORPADES y de Análisis Urbano es un convencido de la urgencia de llegar, por fin, a un acuerdo con las estructuras criminales, bandas y combos para acabar con 40 años de violencia urbana, pero igualmente está convencido de que sólo será posible con la voluntad de todos, no sólo de los voceros sentados en el Espacio Sociojurídico de la cárcel La Paz de Itagüí.