“Pasamos de Guatemala pa´ Guatepeor”, se le oyó decir a uno de los habitantes de la Comuna 13, refiriéndose a que era mejor no tener Escaleras Eléctricas, si el costo iba a ser no tener por dónde pasar, ni dónde parquear, ni por dónde llevar a un discapacitado, ni adónde celebrar, ni tener un entorno bonito para mostrar a los turistas. Esa es sólo una de las expresiones del malestar generado por la obra inconclusa “Escaleras Eléctricas de la Comuna 13”.

Las obras deberían haber estado listas el año pasado, cuando las inauguró el entonces alcalde Alonso Salazar Jaramillo. Luego se dijo que en marzo; después, que en agosto, y ahora, que en diciembre, según lo anunció Margarita María Ángel Bernal, gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano –EDU-, quien precisó que la pavimentación de la vía y la terminación de andenes, cuyo costo es de 378 millones de pesos, estarán listas a finales de diciembre.

El concejal de Medellín, Róber Bohórquez, afirma que las “Escaleras Eléctricas” encarnan lo que no debe ser una obra pública. Recuerda, además, que ya no se puede inaugurar una obra sin que esté terminada.

Róber Bohórquez es el autor del Acuerdo por medio del cual se les hace seguimiento a los procesos de ejecución, recibo e inauguración de obras públicas en el Municipio, de tal manera que no se reciban si no están totalmente terminadas, en aras de garantizar una ejecución transparente de los recursos públicos, de cara a la comunidad.

Con las Escaleras Eléctricas de la Comuna 13 están demostrados los perjuicios causados a la comunidad, los que le dan pleno valor a los principios de economía, eficiencia y eficacia que entraña el Acuerdo 015 de 2012, que prohíbe inaugurar obras sin que se hayan ejecutado en su totalidad y se reciban a entera satisfacción por parte de las interventorías, incluyendo las obras complementarias.

“Pero no es sólo el costo social –asegura el Concejal de Cambio Radical-. La demora en la entrega de las obras complementarias que hoy tiene tan molestos a los habitantes de la Comuna 13, ha producido un sobrecoso cercano a los dos mil millones de pesos: se supone que las Escaleras Eléctricas valdrían seis mil millones de pesos. Pues ahora terminarán valiendo ocho mil millones.

El concejal Róber Bohórquez explica, además, que el sobrecosto de las obras inconclusas afecta el presupuesto de la administración del alcalde Aníbal Gaviria Correa.

Dice que en ésta y cerca de otras 30 obras inconclusas se han hallado adiciones presupuestales hasta por el 40 por ciento del valor de los contratos iniciales, lo que demuestra que la mala planeación de otras administraciones tiene frenado el desarrollo propuesto en el gobierno de Gaviria Correa.