Por: Alfaro García

El Congreso de la República modificó el artículo 135 de la Constitución Política de Colombia mediante acto legislativo número 1 del año 2.007, cambio que se hizo necesario por la imposibilidad existente del congreso para aplicar mecanismos de control a la gestión de los altos funcionarios del poder ejecutivo.  Con la reforma, este mecanismo llamado moción de censura deberá proponerla por lo menos la décima parte de los miembros que componen la respectiva Cámara o Senado. Su aprobación requerirá el voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la Cámara que la hayan propuesto. Una vez aprobada, el funcionario quedará separado de su cargo.

Durante este último gobierno, el congreso ha tenido en el banquillo de la censura a los ministros de Agricultura Andrés Felipe Arias por el caso de la Hacienda Carimagua, ubicada en el departamento del Meta, que había sido prometida a decenas de familias de desplazados y que fueron entregadas en concesión a empresas privadas para la explotación de cultivos de palma y al ministro de Defensa Nacional Juan Manuel Santos por considerar que no estaba moralmente calificado para dirigir el ministerio por el caso de las interceptaciones ilegales,  por conspirador contra el régimen constitucional y poner en peligro las relaciones con Venezuela. En ambos casos el gobierno sirvió su “plato de lentejas” y mediante el uso de su poder burocrático impidió que sus dos escuderos fueran trofeo para la oposición.

Nuevamente la cartera de Agricultura, pero esta vez en cabeza de Andrés Fernández Acosta, deberá responder ante el Senado de la República por las denuncias de los medios de comunicación, el senador Jorge Robledo del Polo Democrático y Juan Fernando Cristo del partido Liberal por el sonado caso del programa Agro Ingreso Seguro, en donde se entregaron recursos, mediante la modalidad de subsidios no reembolsables, a personajes vinculados con procesos con el paramilitarismo, extraditables, condenados con inhabilidad para contratar con el estado, suplantación de identidad, personas inexistentes como también de favorecer a la oligarquía agraria del país.

La moción de censura al ministro de agricultura, también está siendo promovida por ciudadanos desde las redes sociales, facebook y Twiter, por que como en los casos anteriores se prevé el resultado de que no pase nada; con grupos llamados “Estreno de la moción de censura en twiter” y “pa´ que Arias coja vergüenza” el pueblo Colombiano está manifestando su rechazo a las prácticas de favorecimiento del programa “Agro ingreso seguro”.

Esperamos que el Senado de la República asuma su función social y colectiva que le corresponde y que a viva voz le exige el pueblo colombiano, como es la de sancionar mediante la censura a los responsables, haciendo prevalecer su autonomía  frente al poder ejecutivo, mostrando que existe una real separación de poderes en la estructura del Estado Colombiano; lo sucedido no se le puede atribuir a ningún partido político, en especial al Conservador, de quien es representante el actual el ministro.  Tampoco es hora de distraer el debate con cortinas de humo, para no dar respuestas satisfactorias a estas gravísimas acusaciones.  El gobierno debe asumir la responsabilidad que le corresponde por el mal diseño de la política agraria en cuestión y la falta de controles al programa agro ingreso seguro en cabeza únicamente de aquellos que privilegian a unos pocos y que se refugian en el estado.