Porque no han sido suficientes las marchas y protestas de los habitantes del Bajo Cauca antioqueño para que los gobiernos nacional y departamental hagan algo efectivo para disipar la inseguridad, sus autoridades estuvieron en la Asamblea buscando la solidaridad de los diputados.

 

El alcalde de Caucasia, Jorge Iván Valencia, denunció que en los últimos dos años la violencia ha desplazado hacia Medellín y su área metropolitana, cerca de mil personas. Y dijo que definitivamente las cifras de violencia que entregan el Gobierno y la Policía de Antioquia, no corresponden con las que presentan Medicina Legal y su Administración, las cuales muestran un verdadero problema de orden público en la subregión.

Una de las conclusiones de la sesión, es que el microtráfico de estupefacientes, los enfrentamientos por el dominio de territorios y las plazas de vicio, las extorsiones y los homicidios en los barrios de Medellín, son consecuencia de la problemática del Bajo Cauca. Por eso es que Alfaro García, diputado proponente del debate, asegura que el problema se soluciona ocupando soberanamente todas las rutas utilizadas por el crimen organizado para producir y distribuir droga.

“Es evidente el vacío de Estado en el Bajo Cauca: por lo menos el 50 por ciento de su territorio no cuenta con la presencia de la Fuerza Pública, ventaja que es utilizada por la delincuencia para sus propósitos criminales”, concluye el diputado Alfaro García.

El Corporado conservador insiste en que no es coartando las libertades mínimas de los habitantes de la subregión (prohibiéndoles el transporte de parrilleros u obligándoles a cerrar temprano los establecimientos públicos) como se soluciona el problema. “La decisión tiene que ser integral y de raíz, si realmente los gobiernos nacional y departamental quieren brindar seguridad, tranquilidad y paz a los habitantes del Bajo Cauca y del Valle de Aburrá”, dice Alfaro García

Algunos de los líderes aseguraron que parece haber connivencia con la delincuencia, porque policía y ejército no responden a la cooperación de la comunidad.

Por otro lado, algunos de los líderes del Bajo Cauca se quejaron porque la cacareada inversión social del Gobierno, no cumple con los propósitos esperados. Sobre los proyectos productivos, por ejemplo, aseguran que no son pertinentes y efectivos, porque les entregan ganado en malas condiciones no propio para la región, y cultivos como el cacao y el caucho que son de cosecha a largo plazo, y no cuentan, mientras tanto, con el acompañamiento del Gobierno.