La Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos -SAI-, en su calidad de ente académico y consultivo que ha conocido y participado en todo el proceso cumplido en la prospección del Túnel Medellín – Rionegro, dio a conocer su opinión sobre la anunciada suspensión de la obra.
La SAI asegura que la decisión del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Frank Pearl, de suspender las obras del Túnel de Oriente durante 90 días, porque puede afectar fuentes de agua que alimentan los acueductos de los municipios de Medellín, Guarne, Rionegro y Envigado, obedece a una mala información sobre temas estudiados y analizados desde el año 2002, recogidos en su Resolución de aprobación Nº 0928 de octubre de ese año.
El siguiente es el texto firmado por el presidente de la SAI, Álvaro Villegas Moreno: Nos preocupa que se tomen determinaciones de la magnitud de la suspensión de esta obra sin consultar archivos y decisiones sobre un tema tan importante; ello puede conducir a graves consecuencias.
La obra hoy está en la etapa de iniciación, su proceso ha estado supervisado por 18 profesionales integrantes del Ministerio del Medio Ambiente, de las Corporaciones autónomas Cornare, Corantiqouia y del Área Metropolitana en equipo interdisciplinario que ha estudiado, revisado y aprobado para su ejecución, el Plan de Manejo Ambiental actualmente en desarrollo y que, además, incorpora la mitigación adecuada de los riesgos ambientales del proyecto.
Nos preocupa que los estudios de la obra, confiados a firmas nacionales e internacionales reconocidas por su solvencia técnica como Integral, Consultoría Colombiana, Electrowatts, Steer Davies, Soligral, Universidad Nacional, Vías y Tránsito, Cal y Mayor, Nexus, y Q y A, sean en cualquier momento del proyecto en ejecución, cuestionadas y que se perjudique a estas firmas con la paralización que se anuncia. No conocemos tampoco la objeción técnica que apoya las declaraciones del Ministro Pearl presentada ahora cuando se inicia una época de verano, que dentro de los cambios climatológicos actuales, tiene una especial trascendencia.
El altísimo porcentaje de aceptación social que tiene esta obra, superior al 94%, aconseja a nuestras autoridades obrar con tino y precaución, máxime cuando el proyecto viene discutiéndose y proyectándose desde 1966, cuando por cuenta del IDEA, en el gobierno del Dr. Mario Aramburo, el Dr. Jorge Restrepo Uribe su gerente, contrató un primer estudio de factibilidad.
La SAI conoce a fondo el proyecto, las firmas elaboradoras de los estudios, los diseñadores, los proyectistas, los ejecutores, y todos hacen parte de la élite de nuestra ingeniería. Ha sido éste, un tema de amplio estudio, motivado hoy especialmente por las múltiples dificultades presentadas en las vías que comunican el Aburrá con el Oriente.
La no apertura de un CD mencionado en sus declaraciones por el Sr. Ministro, no puede ser una razón de peso para una tan transcendental decisión; pudo por ejemplo existir una posible incompatibilidad de sistemas. Lamentamos también la afirmación del alto funcionario cuando dice «es una decisión autónoma del Ministerio y para esto no hay que consultar con nadie».
No se trata de llevarse por delante el ecosistema y producir daños irreversibles, lo cual pondría en duda la calidad de nuestros consultores para el manejo de la mitigación y control de los riesgos ambientales que puedan presentarse en el ecosistema, y en la afectación directa, a la calidad de vida humana y de otros seres vivos.
Sobre la afirmación de que habría un grave impacto ambiental y que es posible que la obra ponga en peligro el suministro de agua a la ciudad de Medellín y de los municipios de Guarne, Envigado y Rionegro, aclaramos que el acueducto del Valle de Aburrá recibe solo una pequeña porción de sus necesidades de fuentes del Valle de San Nicolás; sus suministros fundamentales están en la zona del Río Grande y Río Chico en el norte de Antioquia. No es exacto afirmar que el túnel de Rionegro pueda poner en peligro el suministro de agua para Medellín.
En su tiempo la suspensión de la construcción del Metro de Medellín, por funcionarios del orden nacional, sin un conocimiento bien sustentado, produjo enormes extra costos y complicadas reclamaciones bien conocidas por la opinión pública. Éste, es un ejemplo que no debemos olvidar.
ALVARO VILLEGAS MORENO
Presidente SAI