Por: Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán
Vi al director Ejecutivo de Fenalco – Antioquia, Sergio Ignacio Soto, muy preocupado con la Reforma Tributaria que el Gobierno Nacional acaba de radicar en el Congreso de la República. Lo oí decir que dicha Reforma le genera desconfianza y que el gremio de los comerciantes teme que haya un incremento en impuestos superior a los 300 mil millones de pesos.
Sergio Ignacio Soto dijo creer que la Reforma Tributaria les traerá a los colombianos más impuestos, al pasar de siete tarifas de IVA (0 %, 1.6 %, 10 %, 16 %, 20 %, 25 % y 35 %) a tres tarifas (0 %, 5 % y 16 %). Además manifestó que, en particular, al sector gastronómico – restaurantes, el cambio del impuesto al consumo del 16 % a una tarifa del 7 %, paradójicamente lo iba a afectar.
No obstante, las preocupaciones del gremio de los comerciantes a nivel regional, son diferentes a las de Fenalco Nacional, en cabeza de su presidente, Guillermo Botero.
Antes de que veamos lo que piensa el Presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, recordemos que el Presidente de la República está convencido de que la Reforma Tributaria busca más equidad y más empleos dignos y estables en Colombia.
Según Juan Manuel Santos, contrario a lo que muchos especulan, el cambio del pago de parafiscales por un impuesto del 8 % a las utilidades de las empresas, favorecerá a los empresarios que tanto se han quejado del supuesto costo adicional de los parafiscales. Al mismo tiempo, ese impuesto permitirá que los aportes al SENA, al ICBF y a las cajas de compensación familiar, sigan haciéndose de tal manera que su acción social no deje de prestarse.
Este es, precisamente, uno de los aspectos positivos que a la Reforma Tributaria le ve Guillermo Botero. Dice que el comercio se verá beneficiado porque el sector emplea cerca de 5.660.000 personas con salarios por debajo de los 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Explica que la reducción en un 13.5 % de la parafiscalidad sobre la nómina de los empelados, beneficiará el sector.
Y sobre lo que preocupa a su homólogo regional, Sergio Ignacio Soto, piensa que al eliminar el IVA a los restaurantes y cambiarlo por una tarifa del 7 %, al consumidor final no se le cobrará el impuesto al consumo y tampoco se le incrementará el valor del servicio, de tal manera que no golpearán las ventas. Botero habla de que se subirán los insumos, pero el precio final no, porque se producirá un efecto neutro: “lo comido por lo servido”.
Yo, como el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, creo que se trata de una Reforma más buena que mala. Los insumos de las cadenas productivas agropecuarias pasan del 16 % al 5 %, por ejemplo, lo que alivia la carga de impuestos pagados. Los bienes que hacen parte de la canasta básica permanecen en las categorías de excluidos y exentos. De hecho, se reduce la tasa de IVA de los insumos que se utilizan para producirlos, apoyando a los pequeños y medianos empresarios del sector.
Ya se ha dicho ampliamente que los trabajadores colombianos que ganen menos de 3.4 millones de pesos, no serán gravados. Pero quienes ganen más de ocho millones de pesos, y antes pagaban un 5 % de impuesto, ahora tendrán que pagar 15 %, sin probabilidad de evadir o eludir.
En fin. Grosso Modo he querido tener un acercamiento a este tema que tanta prevención y malestar genera, concluyendo que no hay suficiente claridad sobre el mismo, tal como quedó demostrado con la diferencia de criterios de dos dirigentes de un gremio tan importante como el de los comerciantes, hasta el punto que es el que más empleos genera en el País.
Pero mi acercamiento lego, confiado en que la intención del presidente Santos es la de encontrar más equidad y generar más empleos dignos para más crecimiento económico y más desarrollo social, es sólo la invitación a que todos hagamos lo propio.
El recinto de la democracia de Medellín debe ser el escenario de la discusión del tema, con el acompañamiento de expertos y de los sectores impactados positiva y negativamente, para que las conclusiones extraídas puedan ser entregadas a nuestros parlamentarios.
¿Será que bajar la Reforma Tributaria al nivel de la lógica, del sentido común y del saber fundamentado en la realidad económica diaria, no puede arrojar pistas claras para que la discutida en el Congreso se apruebe en justicia?