Balmore González Mira

Por: Balmore González Mira

Cuando escribí sobre el peligro que se cernía sobre la justicia en Colombia con la implementación de la tal llamada JEP, Justicia especial para la paz, con sus poderes ejecutivos, legislativos y judiciales, que ya hoy son omnipresentes, algunos colegas salieron a calificarme de temerario y los más benévolos de exagerado.

Todos los días traen su afán en Colombia y ahora que se instala con sus poderes la Jep, vemos como en cada actuación empezará a desplazar a las cortes, como en el tema de la extradición de Santrich, donde ejerciendo un tipo de poder preferencial de competencia, le quita la de la Corte Suprema de Justicia, transgrediendo la Constitución Política de manera arbitraria, ilegal y sobre todo inconstitucional.

Muy pronto empezará el choque de trenes con la Corte Constitucional en lo que respecta a la declaratoria de inexequibilidad de leyes que favorezcan a las farc pues la Jep se viene abrogando facultades que no le ha dado el Congreso de la República a través de la ley, como debe ser,  y así sucesivamente cuando empiece a  pronunciarse sobre temas electorales y curules y sillas vacías para el naciente partido de los ex- guerrilleros narcotraficantes y todo lo que tenga que ver con favorecer a su nuevo partido político.  Solo espero que Dios nos coja confesados cuando todo esto se venga, porque como supuestamente los acuerdos no solo dizque hacen parte del bloque de constitucionalidad, sino que son superiores a nuestra Carta Magna, pues ahí estamos viviendo los efectos.

Pero, los tratados de la Habana fueron sacados con molde perfecto para los narcoterroristas, y no fue suficiente con la tal Jep, sino que integraron una supuesta comisión de la verdad también a su medida, recordemos que estás dos instituciones para el posconflicto están llenas de simpatizantes de grupos guerrilleros que solo aprobarán lo que favorezca a los suyos, como ya lo dijimos, y  todos los exabruptos de los recientemente señalados narcotraficantes.

Queda pues claro que modificaciones debe hacer el próximo gobierno a estos tratados, empezando por dar seguridad jurídica al país y tranquilidad al mundo, de que aquí no se está consolidando una narcodemocracia peor que la que vivimos en la época del nefasto gobierno de Samper.

O se reglamenta urgentemente la Jep y se recompone la comisión de la verdad o el país vivirá tiempos peores que los ya padecidos. Así me sigan calificando de que soy ave de mal Agüero.