Diego Calle

Por: Diego Calle Pérez. 

Sigue el contagio haciendo de las suyas y aumenta en estadísticas de fallecimientos. La vacuna no es la cura, te aleja de estar en la cama de cuidados intensivos. La vacuna sigue dando mucho de qué hablar. Los tiempos han cambiado, los animales que salieron mientras encerraron a los contaminadores del agua y del aire volvieron a sus refugios. La gente está volviendo a recuperar la confianza, de salir a la calle, usando el tapabocas y con el gel en mano saluda y toma café y cerveza en las tabernas. Los restaurantes volvieron a ofrecer platos y los comensales a su habitual rutina de degustar la empanada de la esquina y el pastel de pollo.  

La Organización Mundial de Salud, alerta, muestra estadísticas y el ministerio de salud en Colombia trata de gestionar con rapidez la vacuna. La juventud está arriesgando su futuro, están vacunando desde los 13 años y en las instituciones educativas, los grupos en las aulas, disfrutan de verse juntos otra vez y aunque no les están entregando el refrigerio, lo importante es compartir con el tapabocas. Según los reportes de España y Francia, el tapabocas será la prenda de moda por unos 3 años más, mientras se hacen otras pruebas de vacunas.  

Los que están muy preocupados, se ve y se escucha en videos y los mensajes en facebook, son los políticos que andan en campaña electoral para volver al capitolio nacional, están tratando de volver a ganar la confianza de la gente que los ha mirado como los salvadores de la comunidad, de la vereda, del barrio, del pueblo, del corregimiento, del apoyo que le brinda al alcalde de turno y que necesita mejorar la inversión del plan de desarrollo municipal, que va cumpliendo en el tiempo.  

La pandemia ha frenado muchas inversiones de índole nacional y departamental y se necesita cumplir con la vivienda de interés social y el mejoramiento de los caminos vecinales que el crudo invierno ha deteriorado. Las campañas electorales al capitolio nacional son el reflejo de lo que puede pasar en la elección presidencial. El tiempo, ese implacable, va corriendo a una velocidad de sol y luna, frena el miedo al contagio, el poder estar más de cerca de la gente y está llevando a tener distanciamiento, el mismo que muchos tienen cuando no están en periodo electoral, ahora les tocara hacer un esfuerzo mayor en campaña. ¿Cómo el contagio nos cambia?