En el Foro “Retos de Colombia y cambios en el sistema democrático en el marco del posconflicto”, el presidente del Concejo de Medellín, Jesús Aníbal Echeverri Jiménez, invitó a unir sinergias y a hablar del posacuerdo a nivel urbano, ya que la ciudad ha sufrido las consecuencias del conflicto armado colombiano. Invitó a responder cómo se vincularán los gobiernos Nacional, Departamental y Local, el sector privado y los organismos internacionales en temas como la reintegración de víctimas y victimarios a la sociedad civil, atendiendo sus necesidades de educación, vivienda y empleo, entre otras.

El secretario de Participación Ciudadana de Medellín, Andrés Felipe Bedoya Rendón, habló de la capacidad de resiliencia de Medellín, lo cual invita a trabajar por una ciudad equitativa, segura y en paz, por una convivencia pacífica en los territorios y una cultura de paz por los derechos de las víctimas en el ámbito urbano y rural. Le hizo un llamado al Gobierno Nacional para buscar salidas al impacto del posacuerdo desde el comité de construcción de paz de Medellín.

El personero de Medellín, Guillermo Durán Uribe, agregó que desde el posconflicto se debe incentivar la participación ciudadana como esencia de la democracia y del aporte político en el marco de los acuerdos de La Habana, para fortalecer el pluralismo y brindar garantías de inclusión.

El Foro contó con la participación del periodista, exsenador y director del Centro de Seguridad y Democracia, Juan Lozano Ramírez; el director de la Maestría de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, José Olimpo Suárez Molano; el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia Agudelo; y el exsuperintendente de Notariado y Registro y exsenador de la República, Jorge Enrique Vélez García.

Al respecto, los conferencistas expresaron que hay una crisis orgánica del Estado colombiano que supone vacíos de poder que provocan la emergencia de poderes paraestatales representados en nuevos partidos políticos, organizaciones, entre otros, como grupos de alta intensidad política que direccionarán con populismos, sin dar lugar a restablecer la hegemonía de los partidos políticos tradicionales.

Se preguntaron cuál es realmente el posconflicto hacía el cual se debe avanzar para hacer cumplir los procesos acordados con integridad, recogiendo elementos en el marco de una política única que viabilice el país y haga sentir la gobernabilidad en los territorios.

De igual forma, advirtieron los posibles escenarios que se pueden presentar relacionados con los grandes cambios y transformaciones políticas, apostando a disminuir la violencia de las esferas políticas, las grandes elites y las organizaciones sociales.

Durante la exposición, afirmaron que la guerra debe ganarse con educación en la legalidad, garantizar el funcionamiento de las instituciones vigilantes de la implementación de los acuerdos y replantear los acuerdos morales relacionados con el cuidado de la vida y el reconocimiento como seres humanos.

Con relación a la reforma política y electoral expresaron que no es conveniente realizarla porque ya existe un cronograma electoral en marcha, además que es necesario escuchar las observaciones de los partidos políticos y las organizaciones afectadas.

Por último, aseveraron que los jueces deben estar desligados de partidos o corrientes políticas para garantizar la confianza ciudadana, que es necesario combatir el microtráfico con la acción policial en las entradas de Medellín, ofrecer alternativas para que los jóvenes se apartes de las redes criminales y vigilar con acciones concretas bajo parámetros de reconciliación, el cumplimiento de los compromisos pactados en el acuerdo de paz.