Por: Ramón Elejalde Arbeláez
Críticas le han llovido a la Corte Suprema de Justicia porque a pesar de múltiples elecciones realizadas no se ha podido poner de acuerdo para escoger al nuevo fiscal general de la Nación en propiedad. Hasta los más conspicuos defensores de la labor de la Corte se han venido trasteando hacia el grupo de sus detractores.
No cabe la menor duda de que en ese Alto Tribunal existe una confrontación insalvable entre por lo menos dos bandos: los que quieren un fiscal de la terna enviada por el ex presidente Uribe Vélez y los que no quieren que a ese cargo llegue nadie que tenga que ver con el anterior Gobierno. Pero también queda la sensación de que no estamos frente a un capricho de un grupo de jueces que vota en blanco o con candidatos sin opción de triunfo, para neutralizar la votación.
Estoy seguro de que existen motivaciones más serias y de alguna manera altruistas. El éxito del fiscal encargado, doctor Guillermo Mendoza Diago en la investigación de las llamadas chuzadas del DAS y en las andanzas de varios altos funcionarios del período anterior para desprestigiar a la Honorable Corte Suprema de Justicia han llevado, seguramente, a que algunos magistrados tengan la decisión de permitir que el exitoso fiscal encargado concluya esta investigación con todos los responsables de semejantes desafueros en la cárcel.
Algunos dirán que la Corte no puede trabajar sobre ese presupuesto, pero estos inconformes no pueden negar que el círculo cercano al doctor Uribe y, según lo dicen algunos, él incluido no desean que el doctor Juan Manuel Santos cambie la terna enviada hace ya algún tiempo. Algunos hablan de que se trata de una posición de honor. Tanto empeño en defender unos nombres y en propiciar un caos institucional a toda costa, levanta sospechas innecesarias, aunque es indispensable aceptar que se trata de una terna integrada por personas idóneas y respetables. Persistir en sostener una terna de amigos que no solamente tiene dividida la Corte Suprema de Justicia, sino que genera suspicacias frente a los resultados que con un nuevo fiscal puedan tomar las numerosas investigaciones que se adelantan contra un grupo muy significativo de ex funcionarios del anterior Gobierno, es una torpeza y un mal mensaje.
La Corte y el Gobierno Santos deben ponerse de acuerdo y éste presentar unos nuevos nombres que por sus altas calidades profesionales y morales no generen dudas ni a un lado ni al otro. El País reclama una pronta solución y la sensatez es la llamada a imponerse. La verdad es que la actual terna, se agotó.
Notícula 1. La apertura de la vía Medellín-Turbo debe acelerarse, en algunos municipios del Occidente lejano (Cañasgordas, Uramita, Frontino, Dabeiba, Abriaquí y Peque) algunos productos han comenzado a venderse a mayores precios porque los fletes se han incrementado dramáticamente por la vuelta que por el departamento de Córdoba tienen que dar los vehículos de carga, que van a esos municipios.
Notícula 2. De muy mal recibo la actitud del gobernador Luís Alfredo Ramos al no permitir la lectura de los mensajes enviados por el ex gobernador Aníbal Gaviria, promotor e iniciador de la obra y del presidente de la Cámara de representantes, Carlos Alberto Zuluaga, en el acto de inauguración del puente La Libertad en el municipio de El Bagre.
Notícula 3. Oscar Arboleda Palacio es un humanista, como tal es persona incapaz de aliarse con mafiosos y delincuentes. Es además un señor de la política, un ejemplar esposo y padre de familia. Mi solidaridad. Ante la justicia demostrará que es persona de bien. Estoy seguro que Sergio Fajardo tampoco tiene malas compañías. Nunca las ha necesitado. La administración de justicia tiene que ser cuidadosa con las afirmaciones de los delincuentes, de hecho ya tiene un dolor de cabeza con el caso de Carlos García Orjuela, absuelto después de dos años de prisión injusta.