Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El concejal de Medellín, Róber Bohórquez Álvarez, no está de acuerdo con una reforma política que excluya el Voto Preferente del sistema electoral colombiano.

Por eso, el Concejal de Cambio Radical no está de acuerdo con la sugerencia del presidente Juan Manuel Santos de una reforma que privilegie la Lista Cerrada,  cuando afirma que las elecciones plurinominales mediante esta modalidad, permitirán eliminar automáticamente la “política al menudeo” y fortalecer los partidos.

Róber Bohórquez Álvarez no puede negar ventajas en la Lista Cerrada, como la recuperación de la preferencia por el partido y no por el individuo, la facilidad en los procesos de votación y escrutinio y la imposición de la disciplina de partido. Pero tampoco puede negar el temor al retorno de la “partidocracia” y el caudillismo.

“No es justo para los electores que sea un jefe político el que decida con un plumazo quién debe ser el senador, el representante, el diputado, el concejal o el edil que deba ser elegido, sin importar su idoneidad; su compromiso; si es conocido o no; si tiene experiencia política y social; si es de dudosa reputación; si en su hoja de vida hay tachas morales, disciplinarias, fiscales o penales; o si va a actuar en nombre de otro”, afirma el actual Vicepresidente Segundo del Concejo de Medellín.

Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El concejal de Medellín, Róber Bohórquez Álvarez, no está de acuerdo con una reforma política que excluya el Voto Preferente del sistema electoral colombiano.

Por eso, el Concejal de Cambio Radical no está de acuerdo con la sugerencia del presidente Juan Manuel Santos de una reforma que privilegie la Lista Cerrada,  cuando afirma que las elecciones plurinominales mediante esta modalidad, permitirán eliminar automáticamente la “política al menudeo” y fortalecer los partidos.

Róber Bohórquez Álvarez no puede negar ventajas en la Lista Cerrada, como la recuperación de la preferencia por el partido y no por el individuo, la facilidad en los procesos de votación y escrutinio y la imposición de la disciplina de partido. Pero tampoco puede negar el temor al retorno de la “partidocracia” y el caudillismo.

“No es justo para los electores que sea un jefe político el que decida con un plumazo quién debe ser el senador, el representante, el diputado, el concejal o el edil que deba ser elegido, sin importar su idoneidad; su compromiso; si es conocido o no; si tiene experiencia política y social; si es de dudosa reputación; si en su hoja de vida hay tachas morales, disciplinarias, fiscales o penales; o si va a actuar en nombre de otro”, afirma el actual Vicepresidente Segundo del Concejo de Medellín.

Róber Bohórquez Álvarez confía en que el sentido común y la sapiencia del Congreso no les deje devolverse en lo logrado con la reforma política de 2003, que permitió estrenar el Voto Preferente en 2006, y que hasta las pasadas elecciones legislativas -excepto por movimientos como Centro Democrático y MIRA- consintió que los partidos y movimientos políticos colombianos pudieran presentar a su electorado hombres y mujeres visibles, con méritos propios y con compromisos evaluables.

Bohórquez Álvarez insiste en que el Voto Preferente limita la influencia de las camarillas políticas en los partidos que señalan a dedo a quienes son de su simpatía y dejan por fuera a quienes pueden ser mucho más valiosos para el partido, para la política y para la sociedad. Piensa que si la Lista Cerrada no se  confecciona con responsabilidad política, puede resultar injusta con los intereses generales.

En últimas, el Concejal de Cambio Radical sentencia que para evitar la elección de corporados sin verdaderos méritos, es mejor que persista el Voto Preferente, que incentive la participación y les permita a los electores asumir un papel más consciente y responsable en la decisión que habrán de tomar en las urnas, de tal manera que la democracia participativa se fortalezca, al igual que los partidos.