El senador Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán espera que el candidato a la Alcaldía de Medellín, Federico Gutiérrez, se reúna con la Mesa de Reciclaje de Antioquia -MRA- y la Alianza Separa, que es un colectivo conformado por 15 organizaciones de recicladores de oficio a la que pertenecen los 1.300 recicladores que realizan el aprovechamiento mensual de más de 1.100 toneladas de residuos sólidos que dejan de ir al relleno sanitario de la Pradera.

La MRA y la Alianza Separa confían en que Federico Gutiérrez los escuche y conozca los derechos de 5.400 recicladores de la Ciudad que, según dicen, el Distrito les está vulnerando. Estas son las violaciones a que se refieren:

1. Implementación de rutas de recogida nocturna, procesos de ubicación de contenedores en forma masiva y aprobación del proceso de cargue lateral por parte de Emvarias. Aseguran que estas acciones desconocen la orden de un juez de proteger la población recicladora mediante el acceso cierto y seguro al material recuperado, garantizándole su derecho al mínimo vital.

2. Disminución de los precios de comercialización en el mercado de los residuos sólidos desde hace 10 meses, lo que ha llevado a que los ingresos del reciclador de oficio, base de la pirámide del reciclaje, hayan decrecido en un 50%.

3. Falta de vigilancia y control por parte del Estado sobre prácticas prohibidas por prestadores del servicio público de aprovechamiento, que rebajan los ingresos de las organizaciones legitimas de recicladores.

El Senador conservador también se dirige al candidato Gutiérrez Zuluaga para que atienda la solicitud de los directivos de la Mesa Técnica de la Alianza Separa, Doris Helena Gil Baena, representante legal de Asemar; Gladys Helena Rodríguez Mesa, jefe de Recuperación y Comercialización de Recuperar; Orlando León Arenas Madrigal, director Ejecutivo de Arreciclar; y Leonardo Gómez Marín, director Administrativo de Recimed.

Echeverry Alvarán cree sumamente importante que como potencial Alcalde de Medellín, Gutiérrez Zuluaga tenga en su agenda este tema que no sólo responderá a las expectativas de los recicladores de oficio del Distrito, sino a las necesidades de la ciudadanía, en general, cuya Ciudad limpia y sana medioambientalmente depende de una labor hecha en un contexto de satisfacción y de respeto a sus derechos.