Por: Jairo Hernán Ramírez Gómez

Que confusión e incoherencia en referencia a EPM. Resulta que ahora el Gerente de EPM, sí es bueno.

¿Porqué, quiénes lo recomendaron y postularon para tan digno cargo, han permanecido tan indiferentes y en silencio absoluto?

Veamos, en torno al Gerente:

– Un sinnúmero de sindicatos, menos uno, resaltan su gestión y lo apoyan tanto en comunicados públicos, como en debates, al igual que algunos concejales.

– Un importante número de profesionales y de directivos, en documentos anónimos, separados, rechazan públicamente su gestión, dudan de su capacidad gerencial y lo acusan de promover divisiones al interior de la organización.

– La Veeduría Todos por Medellín y un destacado grupo de exfuncionarios y jubilados de EPM, también se han pronunciado en contra de sus actuaciones.

– También ex miembros de Junta Directiva, se han pronunciado en contra de sus decisiones y permanecen vigilantes de lo que ocurra al interior de EPM, para reportarlo a su exjefe.

– Columnistas, novelistas, gremios, economistas, abogados e ingenieros de prestigio en nuestro medio, también desde la academia, han sido grandes críticos del Doctor Álvaro Guillermo Rendón, Gerente de EPM.

– Tampoco se queda atrás, el Sindicato de Profesionales de EPM, SINPRO, en desacuerdo con su gestión y decisiones, argumentadas en nominas paralelas, con criticas por funcionarios, directivos y asesores traídos de otras regiones; también por el llamado a conciliación y demanda a compañías de seguros y contratistas del proyecto Ituango; por las prorrogas a los contratos principales; por el gimnasio y por el vivero que monto el gerente en su oficina. Y hasta su vida privada la han sacado a la luz pública.

Pero, quienes han estado en contra del gerente y a la vez promueven la revocatoria del mandato del alcalde, aprovechan ahora, que está en desgracia y sin apoyo de su jefe, y pescando en rio revuelto, dan la media vuelta. Resaltan los resultados que muestra EPM, atribuyéndolos a la buena gestión de su gerente, y con bombos y platillos pregonan que al fin se reacomodó, se amoldó, después de cumplir su primer año en tan importante cargo, a pesar de haber sido tan criticado por los mismos asuntos que hoy se le califican de exitosos.

Este mismo grupo, con otro gremial, ahora lo presionan, haciéndolo responsable con su decisión, de respetar el principio de transparencia, como parte de las prácticas del Gobierno Corporativo, que permanecieron ocultas durante muchos años en EPM.

En cuanto a la aceptación o renuncia del gerente, ahora pide la mediación de la Junta Directiva, me pregunto: ¿por qué el gerente, hace un año, no condicionó su posesión y aceptación de su nombramiento, a un juicio por parte de la Junta de ese momento?

Se espera que alcalde y gerente, a la altura de sus dignidades, y con gallardía y civilidad se sienten a dialogar y entre ambos, diriman sus desavenencias, tomen la mejor decisión y correctivos para el futuro y bien de EPM.

Dejar las diferencias entre El gerente y El alcalde, en manos de la Junta Directiva, es atizar el fuego, y porqué no, crear una división en su interior, originando otro conflicto para desgracia de EPM.

Cualquiera que sea el resultado originado por decisiones de la Junta Directiva, será malo para el devenir de EPM y también será objeto de debate, donde ambos bandos reclamarán réditos políticos con Padre Nuestros Ajenos.

Como resultado, vendrían renuncias y otro desgaste en su conformación, más, en época preelectoral, donde EPM y el proyecto Hidroituango fungen como trofeos de campaña.

EXTRA: Parece derrumbarse la estantería de los Promotores de la Revocatoria con las consideraciones que se hacen sobre la misma, en el sentido que su trámite y procedimiento, definido para épocas normales, ahora parece ser diferente para épocas de pandemia.