Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El “econgresista” Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán celebró la celeridad con la cual la Policía Antioquia intervino en el caso de un caballo que fue golpeado con un machete por su dueño. La agresión ocurrió en la vereda Santa Cruz de Cocorná, municipio del Oriente antioqueño, donde la comunidad manifestó inmediatamente su indignación grabando en video la acción y poniéndolo en redes sociales.

El representante Echeverry Alvarán hizo eco del malestar de la comunidad, lamentando la “brutalidad y salvajada” de quien llamó “animal” que agredió al caballo que no se dejó amarrar.

@NICOLASALBEIROE

El caballo fue rescatado por la Policía y el agresor fue multado con 980 mil pesos, conforme con la Ley 1774 de 2016.  

El “Econgresista” antioqueño recuerda que, según la norma, los animales son considerados seres sintientes: ya no pueden tratarse como objetos, tal cual era entendido en el Código Civil colombiano antes de las modificaciones contenidas en la Ley 1774.

“Lo ocurrido en Cocorná permite la materialización de la norma que busca evitar actos dañinos y de crueldad contra los animales. Les recuerdo que atentar contra su vida o contra su integridad física y emocional, ya es un delito. Y la defensa y protección son tanto para animales de compañía como silvestres. Les recuerdo, además, que la sanción no sólo es pecuniaria sino de prisión, entre 12 y 36 meses. Y también contempla inhabilidad especial de 1 a 3 años para ejercer la profesión, oficio, comercio o tenencia que tenga relación con los animales”, dice Nicolás Albeiro Echeverry.

El “Econgresista”, quien lidera el movimiento “Conservadores de Vida” con el senador Juan Diego Gómez Jiménez, espera que el suceso de Cocorná invite a todos a respetar, defender, proteger y promocionar la defensa de los animales.

El “Econgresista” conservador recuerda la buena noticia protagonizada por la Comisión Quinta de la Cámara, el pasado 16 de diciembre, cuando, después de casi cuatro años, fue aprobado en primer debate su Proyecto de Ley que busca prohibir la utilización de elementos que laceren, mutilen, hieran, quemen o den muerte en espectáculos públicos a animales.

“No hay excusa para no respetar la dignidad de los animales, ni impunidad para aquellos que se atrevan a atentar contra su integridad física y emocional o contra su vida”, sentencia Nicolás Echeverry Alvarán.