Balmore González

Por: Balmore González Mira

Lo que en principio de su gobierno se había convertido en un motivo de risas para algunos y para otros de asombro, que en plena era de las comunicaciones digitales el Gobernador de Antioquia lo expresara a través de cartas, va consolidando cada vez más  lo que denota no sólo un estilo de gerenciar, sino la personalidad de un gobernante que deja mojones a lo largo de su periódo, pues en esas evidencias escritas queda plasmado el momento histórico vivido por una sociedad que le entregó un mandato para que él lo ejerciera con todo liderazgo.

Y no es gratuito que las cartas que ha dirigido de manera categórica el Gobernador al Presidente de la República o a personajes del alto gobierno hayan adquirido fama nacional, pues aunque  se hayan escrito de una forma tan simple y fácil de entender, al parecer no ha sido lo mismo para que a ellas se de respuesta, a tal punto que muchas se han quedado sin esta o tal vez porque cualquiera que sea la respuesta del alto gobierno, lo dejaría en el peor de los mundos o con una decisión a tomar o con un compromiso inmenso hacia el futuro que no podría cumplir.

Los planteamientos sobre las dificultades del proceso de paz fueron las primeras alertas del gobernante paisa, que dejaron entrever que muchas de las misivas no tendrían contestación. Y ni que decir con temas tan actuales, candentes e injustos como la irresoluta y desafortunada posición y decisión sobre  Belén de Bajirá   que ha asumido el gobierno Santos.

Luis Pérez ha mantenido intacto su estilo literario, a tal punto que ha resucitado palabras y expresiones castizas en desuso, que no sólo producen, en algunos casos, hilaridad,  sino que generan profundas reflexiones sobre el por qué de ciertas situaciones administrativas. O lo que él mismo en veces cataloga como la picaresca política.

El verdadero valor de estos, que otrora serían manuscritos, deben hacer parte de los balances de gestión del gobernante, pues no es pérdida de tiempo,  sacar el suficiente para plasmar en unas líneas lo que debe  tener criterios administrativos, jurídicos, legales y hasta Constitucionales, para que no merezcan siquiera la respuesta de órganos o funcionarios superiores que hubiesen preferido una llamada o un mensaje de whatsapp que luego, como nos enseñaron los abuelos «son palabras que se las lleva el viento», pero que no quedarían como evidencia para que sean detallados como incumplimientos con todo un departamento o una nación.

Son muchísimos los comunicados que se quedan sin responder, pero sí deberíamos preguntarnos ¿quien va a responder por las cartas de Luis Pérez que se quedaron sin respuestas? La historia le dará la razón señor Gobernador.