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Por: Luis Pérez Gutiérrez.

La medida más audaz y revolucionaria de Gustavo Petro es intentar bajar las tarifas de energía. Los colombianos somos esclavos de unas tarifas subversivas y abusivas, que desde hace más de 25 años aumentan 2 o 3 o 4 veces la inflación cada año. El 79% de las familias en Colombia gasta más en pagos de servicios públicos que en educación de sus hijos. Así no se puede construir un país con esperanzas vivas. Recibir la cuenta de servicios públicos siempre es un disgusto para la familia.

En la rebaja anunciada de tarifas de Petro y de la Ministra, no hay resultados. Las tarifas siguen subiendo sin medida. Las tarifas subieron en promedio en Colombia los últimos doce meses el 27.2%, más de dos veces la inflación Y en la costa Caribe aumentaron en promedio el 45%, tres veces la inflación. Estas abusivas tarifas invitan a la protesta social.

Da la impresión que la CREG y los dueños de la energía están engañando a la Ministra y al Presidente Petro. Lloviendo en Colombia todos los días, la generación de energía sigue subiendo cada mes; eso indica que la bolsa de energía es un mercado manipulado, con el silencio del gobierno y la CREG. Con tres años de invierno, la generación de energía debería estar en los precios mínimos. Y solo entre el 9 y el 28 de diciembre de 2022, la generación de energía subió 155%, y todos eso días estuvo lloviendo. Bolsa de energía manipulada a gusto de los especuladores.

Colombia debe hacerle un juicio popular a la CREG por los sospechosos precios de la energía durante más de 25 años; por enriquecer a unos pocos y empobrecer y hacer sufrir a las familias colombianas.

En 2022, solo 82 empresas de 952 propusieron bajar el 4%, y tampoco lo cumplieron. La Ministra y la Presidencia tienen que intervenir la CREG y estudiar las trampas ocultas de los modelos de energía, o sino se acabará el gobierno de Petro con tarifas más altas. Ojalá el presidente Petro no se deje embobar y reglamente el alza de tarifas por decreto presidencial, así como ocurre con el salario mínimo. Tarifas de energía que no puedan subir más que la inflación. Hay que intervenir a la CREG o acabarla.

En Colombia no hay quien haga justicia con la energía. El Congreso de la República de una manera sospechosa entregó poderes sobre naturales a la CREG, al punto que toda resolución de la CREG tiene fuerza de ley. La CREG hace leyes.

Todo el que trate de hacer justicia con las tarifas de energía lo persiguen. Cuando fui alcalde de Medellín se congelaron los precios de las tarifas de energía y EPM ganó más dinero y hubo menos perdidas por fraudes y contrabando. Ante este hecho de justicia social, la CREG mandó a todos sus agentes rabiosos a atacar al Alcalde Luis Pérez por defender tarifas justas de energía. La Procuraduría se negó a investigar a Luis Pérez porque estaba cumpliendo una promesa de campaña y para eso fue elegido. Al final, la CREG, amenazante por la “desobediencia”, sancionó a EPM con 200 millones de pesos, para que no repitiera esa noble acción de tarifas justas.

Ahora, en Antioquia, disgusta a la gente que el Grupo EPM no haya cumplido con rebaja de tarifas. Ni las ha bajado, ni ha apoyado al presidente Petro en disminuirlas. Y por el contrario, el Grupo EPM subió tarifas en 2022 en 22.6%, dos veces la inflación (La Republica). Y AFINIA que es de EPM, subió las tarifas 35.3% en 2022.

El Presidente Petro tiene que tomar con energía las riendas del manejo de las tarifas, hay que rodearlo para que bajen las tarifas, o, de lo contrario, habrá otra frustración para los colombianos.