El Miércoles Santo Judas traicionó a Jesús: lo vendió por unas monedas y lo entregó con un beso. Lo más bajo, vil y verruga que alguien pueda hacerle a quien confía en él.
Ídem ocurre en política: hay congresistas, diputados y concejales que traicionan a quien los eligió… ¡Qué no son todos…! Por supuesto que son apenas algunos los “judas” que merecen que se les identifique y que no se les vuelva a elegir, porque traicionan sus principios por burocracia, por contratos, por favores… por “disciplina para perros”.
¡Y ojo, que no se trata de criticar que cambien de opinión! Al contrario: es legítimo y, además, necesario cuando los argumentos son capaces de lograr ese cambio de opinión. Incluso, como decía el expresidente Juan Manuel Santos: “¡Es de imbéciles no cambiar de opinión!”
A propósito de los “Judas”, me refiero a populistas que traicionan la palabra empeñada: sin vergüenza alguna, actúan abiertamente en defensa de intereses particulares, políticos y económicos, tomando decisiones, a la vista, contrarias al bienestar general, por conveniencia personal y por poder.
Ahí vienen las elecciones legislativas y presidenciales: ¿te vas a dejar dar el beso de Judas?
Jesús lo sabía… Nosotros también lo sabemos.
Hoy es más fácil que nunca ver venir a Judas. Pero tenemos que estar alerta, con la consciencia despierta, sin que las emociones y las pasiones nos obnubilen… Sin que las redes sociales nos engañen e, incluso, los medios de comunicación tradicionales, que ya también le dieron “el beso de Judas” a la ética periodística, flagrantemente sacrificada en defensa de intereses particulares.
Ojo, pues, para que identifiquen a los Judas de la política. Estos son algunos comportamientos:
• Aquellos que apoyan decisiones o alianzas que contradicen la transparencia y la lucha contra la corrupción.
• Los que guardan silencio ante el abuso de poder, cuando involucra a sus aliados y a sus benefactores.
• Quienes justifican actos contrarios al interés público tratando de maquillar decisiones claramente cuestionables
• Los que dicen defender la moral y la ética, pero lo olvidan cuando tienen el poder
• ¡Qué tal esos que mienten sin sonrojarse, a sabiendas de que lo que están diciendo no es cierto!
• Y, entre otros, los que insultan, ofenden, injurian y calumnian porque saben que eso les da réditos con los que son como ellos, como Judas: bajos, viles, ruines y verrugas.
Éste es un Miércoles Santo que debe ponernos en alerta, a sabiendas de que abundarán los “Judas” sonriendo, abrazando y prometiendo con ganas de quedarse en su curul o llegar a ocuparla a partir del 20 de julio de 2026.