Ruben Darío Barrientos

Por: Rubén Darío Barrientos G.

rdbarrientos@une.net.co

El tarjetón para la presidencia y vicepresidencia de la república, período 2018-2022, está listo y a la medida. Los ya conocidos [Gustavo Petro-Ángela Robledo (Coalición Petro Presidente); Iván Duque-Marta Lucía Ramírez (Partido Centro Democrático); Humberto de la Calle-Clara López (Coalición Partido Liberal Colombiano – Partido Alianza Social Independiente ASI)); Sergio Fajardo-Claudia López (Coalición Colombia); Germán Vargas Lleras-Juan Carlos Pinzón (Coalición #Mejor Vargas Lleras); Viviane Morales-Jorge Leyva (Partido Somos], una dupla que ya salió de circulación [Piedad Córdoba-Jaime Araújo (G.S.C. Poder Ciudadano], la casilla del voto en blanco y dos bien peculiares: Partido de reivindicación étnica, PRE, promotores del voto en blanco y la dupla Jorge Antonio Trujillo-Freddy Obando (Movimiento político Todos somos Colombia).

Al tradicional voto en blanco, le salió competencia: el voto en blanco promovido por Gustavo Prada y Wilson Rentería, del Partido de Reivindicación Étnica PRE, valga decir, para las presidenciales el tarjetón tendrá dos opciones para votar en blanco. En otras palabras, es un “candidato” con dos casillas. Aprovechando esta oportunidad, Prada y Rentería ya se hacen cuentas alegres de que recibirán recursos por la reposición de votos, merced al reembolso por cada voto. ¡Se avisparon en el negocio! Pero no menos llamativo es el hecho de que en la liza presidencial aparece un ignoto: Jorge Antonio Trujillo, con una fórmula de igual o mayor desconocimiento: Freddy Obando.

¿Quién es Jorge Antonio Trujillo? Un vocero de las comunidades cristianas, antes Fundación Ébano de Colombia (Funeco), Pastor cristiano para más señas. Tiene 51 años y es oriundo de Norte de Santander. Fue senador en el 2009 (en reemplazo de otro que fue separado del cargo por parapolítica) y es fundador de una iglesia evangélica y está casado con una hija de un misionero brasileño. Se recordó hace poco que Trujillo Sarmiento fue el mismo que, en 2014 y ante la dura ola invernal que en ese entonces vivía el país, responsabilizó al presidente Juan Manuel Santos de ella porque “cuando fue elegido subió a la Sierra Nevada de Santa Marta e hizo un rito secreto donde les entregó el país a los chamanes o brujos”. No lo reconocen en las calles y jamás ha pasado por la mente que lo inviten a un debate presidencial de esos televisivos, verbigracia el de Telecaribe y El Heraldo. Como le sucede a Viviane Morales y como pasó con Piedad Córdoba, mientras se mantuvo en la candidatura.

Pues bien, Jorge Antonio Trujillo “mojó” prensa en El Tiempo (11 de abril último) y dio la siguiente declaración: “El tema de la ‘mermelada’ es la corrupción más terrible que hay en Colombia y en nuestro gobierno nos gustaría poner un letrero a la entrada del palacio presidencial que diga: ‘Prohibido repartir mermelada´ o ‘aquí no se reparte mermelada’. (…) Sí podemos acabar con la ‘mermelada’ (…) Erradicaremos el cáncer de la corrupción en Colombia”. ¡Tan lindo! Pero Trujillo, ya se abona una gran anécdota en su haber como candidato al primer cargo del país y ocurrió hace poco: el 9 de abril.

Resulta que la Universidad de la Salle, en Bogotá, invitó para esa fecha a los candidatos presidenciales a un debate frente a sus estudiantes. Sucedió algo inesperado: el único candidato que concurrió fue Jorge Antonio Trujillo y al escenario también llegaron tres “vices”, a saber: Ángela Robledo, Claudia López y Clara López. En el saludo inicial, el ignoto candidato expresó que “no es que yo esté menos ocupado que los demás candidatos. Yo también estoy ocupado en mi campaña. Pero decidí venir porque para mí la educación superior es muy importante y por eso yo sí estoy aquí”. No tiene sitio web para leer sus propuestas, pero está en el tarjetón. Y pasará a la historia. En el 2014, avalado por Opción Ciudadana, sacó 3.305 votos. No marca en las encuestas. Tiene personalidad. Es el goyeneche de esta contienda.