16 personas mueren diariamente en siniestros de tránsito en Colombia. 3.000 personas mueren diariamente en el mundo. Al año son 1.500.000 los fallecidos en el orbe y 50 millones son los lesionados.
En 2017 hubo 6.900 muertes en Colombia. Hasta octubre de 2018, 5.300 personas fallecieron. En 2017 hubo 40 mil heridos, de los cuales 18 mil quedaron con algún tipo de discapacidad. Entre enero y octubre de 2018, los heridos fueron 36 mil.
Según Andrés Agudelo Ospina, presidente de la Asociación Latinoamericana de Seguridad Vial, todas estas cifras deberían ser suficientes para crear consciencia en las personas sobre la importancia de ser prudentes y responsables para evitar muertes y lesionados en las vías, con el consecuente dolor que ello produce en los seres queridos sobrevivientes y el lucro cesante de quien pudo haber sido muy productivo para sí mismo, su familia y la sociedad.
Agudelo Ospina está convencido de que la seguridad vial depende del buen comportamiento ciudadano. Por eso el llamado a los conductores y ciudadanía, en general, a respetar las normas de tránsito: el 90% de los casos en los que se ve afectada la seguridad vial, con miles de muertos, heridos y pérdidas materiales, tiene como causa la conducta humana y no el azar.
Alberto González, representante de la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial de Paraguay, ratifica que es la falta de cultura cívica la que produce la creciente inseguridad vial. En su país, los problemas de movilidad son similares a los de Colombia. Incluso, el motociclista es el actor más perturbador de la tranquilidad y la seguridad vial, pues son los países de mayor subdesarrollo los que potencian el uso de este tipo de vehículo, tanto por su fácil acceso económico como por las mínimas exigencias para obtener el permiso para su uso.
Para agravar la situación, en Colombia los centros de enseñanza o escuelas de conducción no cuentan con profesionales pedagogos. De ahí el gran número de conductores que desconocen las señales y las normas de tránsito, poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás. Una buena noticia es que la Universidad Santo Tomás de Medellín ofrecerá la primera Especialización en Seguridad Vial del País.
Ante la falta de consciencia y de cultura ciudadana, el presidente de la Asociación Latinoamericana de Seguridad Vial afirma que parte de la solución real está en los controles de las autoridades de transporte y tránsito. Sin embargo, le ve poco futuro a la propuesta de la Agencia Nacional de Seguridad Vial de implementar en Colombia la licencia de conducción por puntos, para buscar reducir el número de muertes por accidentes de tránsito. Paradójicamente, porque, precisamente, no hay cómo garantizar los controles necesarios para la efectividad de la medida.
Por su parte, el Representante de la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial de Paraguay cree que es la educación en la familia y en la escuela la que puede garantizar que haya más ciudadanos responsables y menos muertes y lesionados en las calles de Colombia, Paraguay y Latinoamérica.
Tanto Agudelo como González están convencidos de que lo que ocurre en las vías no son accidentes sino siniestros, porque no son casos fortuitos en su inmensa mayoría sino resultado del comportamiento humano, con voluntad omisiva de las normas.