Imagen: Periódico El Mundo

Agencia Virtual de Prensa –AVP-. La Bancada de Mujeres del Concejo de Medellín -conformada por Aura Marleny Arcila, Luz María Múnera, Nataly Vélez, María Paulina Aguinaga y Daniela Maturana- tiene el reto de aprobar y poner en marcha una Política Pública de Mujeres que trascienda las buenas intenciones. Una verdadera Política que pase a la acción y que sea el prototipo de la segunda generación de Políticas para Medellín, con planes, programas, metas, proyectos, indicadores y corresponsables.

La Secretaría de la Mujer de Medellín debe liderar la Política Pública, pero los programas y presupuestos deben estar transversalizados por las diferentes secretarías, gerencias y direcciones de la Administración, de tal manera que se puedan satisfacer efectiva y duraderamente las necesidades de las mujeres en todas las áreas.

Los siguientes son algunos de los avances en la transversalización para lograr el respeto, la protección, la defensa y la promoción de los derechos de las mujeres:

  • Consejo de Seguridad Pública para las Mujeres, presidido por el Alcalde de Medellín: esta instancia interinstitucional coordina el diseño y la aplicación del Programa Integral de Protección a mujeres Víctimas de Violencia.
  • Centros de equidad de género, que han atendido a cerca de 20.000 personas con un presupuesto para el año que termina de 630 millones de pesos y para 2019 de 790 millones.
  • Incentivos fiscales para las empresas que contraten a mujeres víctimas de violencias basadas en género y sobre las buenas prácticas de género.
  • Mesa técnica de Generación de Ingresos, en la que participan más de 40 entidades públicas, privadas y del tercer sector.
  • Prestación de servicios para promover el empoderamiento y la autonomía económica de las mujeres.
  • Modelo de Articulación de Autonomía Económica con los CEDEZOS, COMFAMA, DIAN, ACOPI, AVON, ANDI, Cámara de Comercio.

Como retos están, entre otros, cerrar la brecha de la desigualdad de los ingresos entre hombres y mujeres, pues una mujer -por tener hijos o personas mayores o en situación de discapacidad para cuidar- tiene 17% menos de posibilidades de conseguir trabajo. Además, dos de cada tres mujeres que tienen un hijo no logran el nivel salarial, el número de horas de trabajo o la productividad que tenían antes del nacimiento de su hijo.

Dos de cada tres personas que no trabajan ni estudian, son mujeres. La tasa de desempleo de las mujeres es del 13,6%, frente al 8% de los hombres. 54% de la población masculina económicamente inactiva se dedicó principalmente a estudiar; el 60,4% de la población femenina económicamente inactiva, se dedicó principalmente a oficios del hogar.

En seguridad se les debe brindar a las mujeres medidas de protección y generar un mapa de riesgos y alertas tempranas: en 2017 hubo 62 muertes violentas, de las cuales 32 fueron feminicidios. 2.609 mujeres fueron víctimas de violencia de pareja. 84 fueron reportadas como  desaparecidas. Y por presunto delito sexual, se realizaron 1.132 exámenes médico legales, muchos más que en 2016 (946 casos) y que en 2015 (969 casos).

En salud es necesario mejorar las condiciones de prestación de servicios y trabajar para que los prestadores activen rutas ante cualquier indicio de violencia contra las mujeres y los niños, niñas y adolescentes.

Para las adultas mayores, es importante asegurar los recursos para el funcionamiento pleno del Centro Integral de Servicios para la Atención de la Mujer y la Familia. Y para las mujeres taxistas, generar un espacio para enfrentar las violencias, tanto en el transporte público como en la vía pública.

En fin, la bancada de las mujeres del Concejo de Medellín está convencida de que el tejido social, caracterizado por el respeto a la equidad de género, será lo suficientemente efectivo, fuerte y duradero si cuenta con la urdimbre, la trama y la transversalización que aseguren el cierre de las brechas de las inequidades entre los hombres y las mujeres.