Por: Rodrigo Pareja

Dentro de la picaresca política colombiana algunas expresiones suelen hacer carrera o permanecer en el imaginario colectivo por algunos años. Tal es el caso de “toconser”—todos contra Serpa – o” toconur” – todos contra Uribe — que se recuerdan como las màs importantes y recientes.

La síncopa “tocon” que se forma de los vocablos “todos contra”, ha sido resucitada ahora en Antioquia como “toconalva” por parte de varios dirigentes del partido conservador, que la han acuñado y puesto en marcha implícitamente para contrarrestar la precandidatura a la gobernación del ex gerente del IDEA, Álvaro Vásquez Osorio.

Lo más triste del asunto es que quien se ha prestado para acaudillar esta gavilla contra quien aparece como el más fuerte candidato a ganar la consulta de ese partido y convertirse en candidato único a la gobernación, sea un hombre al que su partido le ha otorgado todos los honores: Juan Gómez Martínez.

 

No otra cosa se desprende de su singular y exótica inscripción como participante en la consulta conservadora, cuando declara que si no se logra consenso en torno de alguien verdaderamente conservador antes del 10 de mayo, él se retirará de ella.

Es decir, una inscripción condicionada, máxime cuando afirma que buscará ese consenso “entre conservadores reconocidos”. Para nadie es un secreto que Álvaro Vásquez Osorio es conservador apenas desde hace algunas semanas, por lo que la declaración de Gómez Martínez puede y debe ser cabalmente entendida.

Otras elocuentes frases del ex director de El Colombiano al momento de inscribirse a última hora como el noveno pre candidato a la consulta de su partido, fueron: “el consenso es entre conservadores” y “yo hablo de gente que haya sido conservadora”.

Ahora bien, en este último intento de muchos dirigentes conservadores antioqueños por atajar a Álvaro Vásquez Osorio, se les olvidó un detalle “así de chiquitito”, como decía el Inspector Ruanini en Sábados Felices: el seguro retiro de Gómez Martínez anunciado por él mismo para el 10 de mayo si no se logra consenso, sería extemporáneo porque la Registraduría Nacional del Estado Civil debe saber oficialmente el 29 de abril, cuales partidos y con cuales candidatos van a la consulta abierta del 29 de mayo.

Así, pues, el ex gobernador y ex alcalde tendrá que apresurar para el 28 de abril su decisión de si se retira o se queda, porque si aplaza la determinación se corre el riesgo de que en el tarjetón de la consulta conservadora para la gobernación de Antioquia alcance a aparecer su fotografía, y de que muchos, seducidos por su figura harto reconocida, sufraguen por su nombre y automáticamente hagan que tal voto sea anulado.

Puede vaticinarse que este “toconalva”, inspirado entre otras cosas desde la cárcel de La Picota y que tiene en Gómez Martínez al ariete encargado de socavar los cimientos de la precandidatura de Vásquez Osorio va a fracasar.

Y si acaso llega a prosperar terminará en un consenso pre-consulta a favor de César Eugenio Martínez, quien terminará enfrentándose a Sebastián Moreno y al ex gerente del IDEA., quienes por ningún motivo van a renunciar al veredicto de las urnas.

La esperanza de quienes no quieren a Vásquez Osorio como ganador de la consulta y por ende candidato único del conservatismo a la gobernación, es que el vencedor sea Martìnez, a quien convencerìan luego del imposible triunfo suyo frente a un fuerte aspirante como Sergio Fajardo y le sugerirían, quien sabe a cambio de què, declinar a favor de Gòmez Martìnez, quien seria llamado como el salvador de su partido.

De todo este culebrón la única conclusión es que los conservadores antioqueños están desesperados y no saben a que apelar para detener a su copartidario Vàsquez Osorio, hasta el punto de que una eximia figura como Juan Gòmez Martìnez estè permitiendo ser objeto de semejante manoseo.