Hurtado dice que la verdadera transformación de las costumbres políticas se logra con un remezón producido por la inconformidad de los colombianos, que obligue a su representación política a ser coherente con el principio de bienestar colectivo y trascender los intereses particulares del Gobierno y de los partidos que lo respaldan.
Dos ejemplos de falta de voluntad en la renovación, pone el Representante Liberal: el Referendo Reeleccionista y la Reforma Política.
Sobre el primero, dice que el Gobierno tiene la decisión de sacarlo adelante como sea, aunque ello implique aplazar el debate en el Senado por falta de, por lo menos, 52 votos favorables, como ocurrió este miércoles. La renuncia de los senadores Zulema Jattin (Partido de la U), Julio Manzur (Conservador) y Habib Merheg (Colombia Viva), le hicieron mesurar las cuentas a la colación uribista que hará lo que sea para garantizar las mayorías que avalen el Referendo Reeleccionista. La confirmación corre por cuenta del presidente del Congreso, Hernán Andrade, quien aseguró que a más tardar el próximo martes se posesionarán los reemplazos de Zulema Jattin y Juan Carlos Martínez, quienes serían los dos votos que hacen falta para completar las mayorías.
A propósito de la Reforma Política, el representante de Unidad Liberal explica que el Gobierno quiso venderla como el camino para cambiar las costumbres políticas, para lo cual nombró una Comisión de Notables. Sin embargo, se encontró con un Congreso incapaz de reformarse a sí mismo, debido a sus propios intereses. Si apoya la “Silla vacía”, por ejemplo, la llamada “aplanadora uribista” (que tiene mayor número de integrantes en la lista de más de 90 congresistas relacionados con la parapolítica), se quedaría sin mayorías para aprobar las decisiones de sus intereses, tal cual ocurrió este martes con el debate al Referendo Reelecconista.
Por eso, insiste Óscar Hurtado, el cambio hacia una política limpia, transparente, sin corrupción, sin cuestionamientos, con ética y valores, sólo se alcanzará con la movilización de los colombianos de bien, mediante una Asamblea Constituyente o un Referendo.
