Por: Diego Calle Pérez
El tema es un asunto que no da espera, es necesario y lo necesita con urgencia el país de regiones. Es necesario direccionar los proyectos de desarrollo regional con lo nacional. El Departamento de Planeación Nacional no se puede descontextualizar de las oficinas de planeación departamental. No se puede separar lo regional de lo nacional. El crecimiento poblacional de Colombia va en aumento y para el 2050 se tiene un promedio de 18 millones de nuevos habitantes en ciudades diferentes a las que habitualmente se tienen los datos de siempre.
Manizales, Armenia y Pereira en el Eje Cafetero. Montería y Sincelejo en la región Caribe. Popayán y Pasto en la región Pacifica, generan una nueva construcción de modelo de desarrollo regional, con un gran espectro a nivel de muchas poblaciones urbanas y rurales de sus respectivos territorios. Estos resultados se obtienen por medio de la herramienta: Atlas de Expansión Urbana, el cual tiene por objetivo promover información del crecimiento de las ciudades a partir de información proporcionada por los censos, hospitales e instituciones educativas tanto públicas como privadas.
Es necesario llevar al país desde lo regional a lo nacional, como se ha desarrollado por varios planes de gobierno buscando descentralizar algunos temas de infraestructura y educación. Desde lo nacional es difícil acompañar muchos procesos regionales y subregionales como puede suceder con Antioquia, Boyacá y Cundinamarca. El modelo de Antioquia, se podría replicar para muchas regiones y subregiones de diferentes departamentos.
Actualmente se están asociando por regiones en áreas metropolitanas y provincias. El ejemplo actual es la provincia de Cartama en el suroeste Antioqueño. Área Metropolitana de Medellín con sus municipios al norte y sur, hace posible proyectos de infraestructura y ambiente que mejoran notablemente la dinámica económica y social de los municipios agrupados.
Antioquia al igual que otros departamentos, como Boyacá busca salir a los puertos y es una necesidad para resolver problemas de economía ilegal, que vuelve más costosa las regiones y afecta las políticas de desarrollo nacional. No se puede distorsionar toda posibilidad de desarrollo real de las comunidades con el centralismo que se ha consolidado desde Bogotá para las regiones. El futuro es desde las regiones para la nación. No podemos seguir equivocados por tantos años de planeación centralizada.