El “econcejal” de Medellín, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, llama la atención sobre la paradoja de la Semana Santa: es tiempo de devoción, de reflexión y de respeto, y es cuando más se atenta contra la vida y la libertad de la fauna silvestre. Especies como las tortugas hicoteas, los osos perezosos, las iguanas, los monos y los pericos, entre otros animales, corren su mayor riesgo durante la Semana Mayor.

Igual pasa con la flora silvestre. En especial con la Palma de Cera -escogida como Árbol Nacional de Colombia por la Comisión Preparatoria del III Congreso Suramericano de Botánica, celebrado en Bogotá en 1949, y adoptado como símbolo patrio por la Ley 61 de 1985-, que corre su mayor riesgo de desaparecer a causa del regocijo católico de rememorar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

Por eso el “econcejal” Nicolás Albeiro Echeverry llama la atención sobre la urgencia de tomar conciencia sobre el daño que durante la Semana Santa se le hace a la fauna y a la flora silvestre. En consecuencia, invita a vivir la Semana Santa en paz con la naturaleza, evitando el uso de la Palma de Cera y la Palma de Táparo, y la compra de tortugas, iguanas, osos perezosos, monos y pericos.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, las secretarías del Medio Ambiente, las Corporaciones Autónomas Regionales como Cornare y Corantioquia, las áreas metropolitanas como la del Valle de Aburrá, la Policía Nacional y el Ejército, despliegan todo tipo de campañas y operativos para crear conciencia, desestimular y sancionar el delito de tráfico de estas especies, lo que demuestra la preocupación nacional sobre el riesgo de extinción que sufren la fauna y la flora en esta temporada de celebración religiosa.

“Pero la principal acción está en manos de la comunidad, que al abstenerse de usar o comprar las especies en peligro, garantizará su conservación”, predica el “Econcejal” de Medellín.

El “econcejal” Echeverry Alvarán celebra los controles previstos por parte de las diferentes autoridades competentes, pero solicita el apoyo de la comunidad que puede hacer que estos controles sean efectivos, denunciando a los traficantes a través de la línea 01 800 414 123.

 

Las sanciones por tráfico y comercialización de fauna y flora silvestre van desde amonestaciones y decomisos, hasta cárcel para el portador de estos animales y multas de cinco mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.