La idoneidad profesional, la asepsia y los protocolos de la clínica o el consultorio y los materiales de buena calidad son también exigencias inexcusables en la actividad odontológica, como lo son en la cirugía plástica y estética. Esta afirmación es del odontólogo y especialista en Rehabilitación Oral, José Fernando Espitia, quien asegura que su actividad profesional también debe ser vigilada, controlada y regulada por la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia, por el Ministerio de Salud y Protección Social y por la Superintendencia Nacional del Salud.

La principal preocupación -agrega Espitia- radica en la formación especializada de los odontólogos -en lo que no es ajeno el médico cirujano-, quienes buscan homologar los «diplomados» (por duración y profundidad) realizados en Brasil, con las especializaciones colombianas, que son mucho más exigentes en tiempo y profundización académica y práctica. Se refiere a que la formación demostrada en un diploma obtenido en «cursos» de poca duración en el exterior, debe también ser vigilada por el Ministerio de Salud, de tal manera que se les garantice a los pacientes orales la idoneidad requerida para la práctica de especialidades invasivas.

José Fernando Espitia recuerda que, igual que en las cirugías plásticas y estéticas, los pacientes deben ser corresponsables y evitar buscar médicos y odontólogos baratos, porque en salud, lo barato sale muy caro.